La ciudad de las Islas Canarias que estuvo a punto de ser invadida por Estados Unidos hace dos siglos: fue planeado por la Casa Blanca
Esta localidad fue ideada por Estados Unidos para ser invadida en un momento en el que las relaciones entre España y el país americano eran complicadas
La Orotava, en Tenerife
Madrid - Publicado el
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A lo largo de los siglos, las relaciones entre España y Estados Unidos han tenido altibajos marcados por conflictos, intereses estratégicos y alianzas puntuales. Pero lo que muchos desconocen es que, en pleno siglo XIX, una ciudad de las Islas Canarias estuvo en el punto de mira del gobierno estadounidense. Y no como destino turístico precisamente.
Durante la guerra hispano-estadounidense de 1898, un episodio que casi nunca se menciona en los libros de texto estuvo a punto de cambiar la historia del archipiélago para siempre. La protagonista silenciosa de aquel plan fue La Orotava, una de las localidades más bellas y tranquilas de Tenerife. Según ha recordado recientemente el medio canario El Día, Estados Unidos llegó a preparar una operación militar sobre esta ciudad. Solo la intervención de una potencia europea logró frenarla a tiempo.
Quien conoce La Orotava la asocia con sus calles empedradas, sus balcones tradicionales y su tranquilidad. Pero a finales del siglo XIX, esta joya tinerfeña aparece en documentos militares como un punto vulnerable y estratégico para una posible invasión.
La Auxiliadora, en La Orotava
CUANDO ESTADOS UNIDOS FUE A POR LA OROTAVA Y A POR CANARIAS
En aquel entonces, Estados Unidos estaba en plena expansión internacional y buscaba debilitar el poder naval español. Tras el estallido del conflicto en abril de 1898 por el control de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, la Casa Blanca consideró atacar también otros puntos estratégicos del imperio español. Y en ese análisis geopolítico, las Islas Canarias aparecían como una pieza clave en el Atlántico.
La Orotava fue identificada como un posible punto de desembarco. ¿El motivo? Su limitada defensa costera, su geografía favorable y su cercanía a rutas marítimas importantes. El teniente estadounidense William S. Sims lo dejó por escrito en informes en los que destacaba la debilidad militar de la zona. Un documento que, visto con perspectiva, pone los pelos de punta.
La guerra entre Estados Unidos y España pudo haber tenido un desenlace desagradable
España, consciente del riesgo, reaccionó con rapidez. Se reforzaron las defensas en Tenerife y en el resto del archipiélago. Se enviaron tropas desde la península, se reorganizaron las baterías costeras y se entrenaron milicias locales. En La Orotava, al igual que en otras localidades de la isla, se prepararon trincheras y se realizaron simulacros de ataque. Todo indicaba que Canarias estaba en el centro de un conflicto que ya devastaba territorios al otro lado del océano.
la invasión que nunca llegó a canarias
Pero, sorprendentemente, la invasión nunca llegó a producirse. El giro vino desde Londres. El Reino Unido, con importantes intereses comerciales en las islas, presionó para que Estados Unidos descartara cualquier intento de ocupación. A los británicos no les convenía que una potencia emergente alterase el equilibrio en el Atlántico. Su intervención diplomática fue clave para desactivar la amenaza.
El episodio ha quedado prácticamente en el olvido. Hoy, cuando se habla de la guerra hispano-estadounidense, se menciona la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, pero pocos recuerdan que Canarias estuvo a punto de convertirse en un nuevo frente de batalla. Y mucho menos se habla de que La Orotava, ese rincón apacible en el norte de Tenerife, figuró en los planes militares de la Casa Blanca.
La Orotava es, igualmente, un lugar que merece mucho la pena visitar
La ciudad, afortunadamente, nunca llegó a sufrir un ataque. Pero su historia estuvo a punto de torcerse. Si los planes de Estados Unidos hubieran seguido adelante, el destino de las islas podría haber cambiado por completo. El conflicto terminó en diciembre de 1898 con el Tratado de París, y Canarias, por suerte, quedó al margen de los bombardeos.
Hoy, pasear por La Orotava es sumergirse en la arquitectura canaria más auténtica, en jardines centenarios y en un ritmo de vida pausado. Pero bajo esa calma se esconde una historia que merece ser contada. El hecho de que una ciudad como esta estuviera a punto de ser invadida por Estados Unidos revela hasta qué punto las Islas Canarias han sido, y siguen siendo, un enclave estratégico de primer nivel.