Las vidrieras centenarias de la iglesia de San Juan Bautista de Arucas, en riesgo por el impacto acústico de los eventos
El párroco advierte que las vibraciones y el ruido de los conciertos y fiestas están debilitando las emblemáticas vidrieras, instaladas hace más de 110 años
Gran Canaria - Publicado el
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La iglesia de San Juan Bautista de Arucas, una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas de Gran Canaria, podría estar viendo comprometida la conservación de sus vidrieras centenarias. Un estudio encargado por la parroquia revela que los eventos multitudinarios organizados en torno al templo, especialmente conciertos o las fiestas de San Juan están provocando daños por fatiga y tensión del material, según explicó el párroco Venerando Novelle en los micrófonos de Herrera en COPE Gran Canaria.
Un patrimonio único con 110 años de historia
Las vidrieras, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), fueron instaladas en 1914 por la prestigiosa Casa Maumejean, una de las más reconocidas en la fabricación de vitrales en Europa. Además de su belleza artística, tienen un valor histórico incalculable: fueron las primeras de este taller en llegar a Canarias y sirvieron de modelo para otros templos del archipiélago. “Cumplen 110 años este mismo año y tienen un valor patrimonial enorme, no solo por su antigüedad, sino por su procedencia y su aportación a la historia del arte sacro en las islas”, recordó el párroco. Sin embargo, pese a que fueron restauradas en 2006, las piezas muestran ya signos de debilitamiento estructural, con grietas y desplazamientos en algunos cristales.
Cumplen 110 años este mismo año y tienen un valor patrimonial enorme, no solo por su antigüedad, sino por su procedencia y su aportación a la historia del arte sacro en las islas
El estudio confirma “vulnerabilidad y fatiga del material”
El informe técnico encargado por la parroquia concluye que las vidrieras se encuentran en una “situación de vulnerabilidad”. Las vibraciones provocadas por la música y la maquinaria de los eventos en la plaza de San Juan, así como el tráfico y el paso del tiempo, generan tensiones que pueden derivar en roturas. “El impacto acústico produce fatiga en el material. Si no se actúa pronto, algunas vidrieras podrían venirse abajo”, advirtió Novelle.
El Ayuntamiento estudia medidas de protección
La parroquia ha trasladado el informe al Ayuntamiento de Arucas y al Cabildo de Gran Canaria para buscar soluciones conjuntas. Entre las opciones planteadas están la instalación de pantallas acústicas, la reorientación de los escenarios o incluso cambiar la ubicación de los eventos más ruidosos. “No estamos en contra de las fiestas ni de los conciertos. Solo pedimos que se respete el valor patrimonial del templo y se cumplan las normas de impacto acústico”, subrayó el sacerdote.
No estamos en contra de las fiestas ni de los conciertos. Solo pedimos que se respete el valor patrimonial del templo y se cumplan las normas de impacto acústico
El Ayuntamiento, por su parte, ha mostrado “buena disposición” para crear una mesa técnica que coordine futuras celebraciones sin poner en riesgo el patrimonio.
La llamada “catedral de Arucas”, aunque no lo es oficialmente sigue siendo uno de los iconos más reconocibles de la isla. Su párroco insiste en que compatibilizar la vida cultural con la protección del patrimonio es posible. “La iglesia es un escenario precioso, pero debemos cuidarlo. Si no lo protegemos hoy, mañana será demasiado tarde”, concluyó.