El rescate agónico de Lionel Ramírez en alta mar: "Levantó la mano y vimos que estaba vivo"

Dos días y una noche pasó Lionel Ramírez sobre una moto de agua a la deriva lejos de la costa sur de Gran Canaria. Era el tercer día de búsqueda cuando Salvamento Marítimo localizó con vida al joven tendido sobre la embarcación. Supieron que estaba vivo porque levantó la mano pidiendo auxilio, pero estuvo muy cerca de perecer en alta mar.

La alerta había llegado el lunes 29 de septiembre. Lionel, junto a un grupo de amigos, se encontraban en una motora remolcando la moto de agua, pero se soltó cuando estaban cerca de la central térmica de Juan Grande. Lionel se lanzó al agua y se subió a la moto para intentar acercarla a Las Salinas del Matorral, en San Bartolomé de Tirajana. Sus compañeros siguieron con la motora hacia Las Palmas de Gran Canaria, pero uno desembarcó en Arinaga. Cuando volvieron a la costa, no encontraron a Lionel y dieron la voz de alarma.

La jefa del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Las Palmas ha relatado en COPE Canarias cómo se desarrolló el rescate. Encontrar a Lionel Ramírez no fue nada fácil, "era como buscar una aguja en un pajar", ha resumido Sofía Hernández. "Desde el Centro trabajamos haciendo estudios de vientos y corrientes, y desplegamos los medios en función del tiempo transcurrido de la emergencia".

El avión Sasemar 103 lo encontró el miércoles 1 de octubre sobre el mediodía a 15 millas náuticas al suroeste de Arguineguín. Se había movilizado la aeronave para facilitar las labores de rastreo en mar abierto. "El avión bajó un poco, lo suficiente para que él pudiera verlo y mover la mano, lo que nos confirmó que estaba vivo, porque la primera vez no sabíamos si lo estaba", ha añadido la responsable de Salvamento Marítimo en una entrevista con Roberto González.

"estaba encima de la moto como un tablón"

"La moto de agua estaba volcada y él encima de ella como si fuera un tablón", ha resumido Hernández. No quiso hacer conjeturas sobre cuánto tiempo más hubiese podido aguantar vivo, pero sí ha destacado que su complexión fuerte y el hecho de no estar flotando en el agua jugaron a su favor.

Cuando lo rescató la salvamar Urania, vieron que se encontraba "muy cansado, con mucho dolor en el pecho". "Decía que estaba muy agotado y se dormía; de hecho, en el barco iba hablando y se iba durmiendo", añade.

no abandonar la embarcación

Sofía Hernández ha insistido en que, en incidentes de este tipo, la recomendación es no abandonar la embarcación: "Hemos tenido algunos accidentes en náutica de recreo y hay mucha gente que abandona la embarcación, pero si esta se mantiene fluida, donde mejor se está es en ella, porque podemos localizarla mejor y porque da mucha más seguridad a la persona que está a bordo".