Alarmante caso de bullying: agresión con arma de aire comprimido, amenaza con dos navajas y frustrada paliza a la salida del colegio
Los padres temen por la vida de su hijo, el caso está en tribunales
Caso de bullying
Gran Canaria - Publicado el - Actualizado
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Impotencia, miedo, ansiedad, sentimientos que se instalan en las familias cuyos hijos sufren bullying, casos que destrozan la vida de un niño, sacude a toda la familia. Padres, hermanos que no duermen, niños menores que viven con el terror diario de ser agredidos brutalmente. Eso es lo que está pasando en el IES Lomo La Herradura en Telde, donde el testimonio de una madre en Herrera en COPE Gran Canaria ha destapado un caso extremo de acoso escolar.
por un centímetro no perdió el ojo
Davinia, muy afectada, relató cómo su hijo estuvo a punto de perder un ojo cuando otro alumno le disparó con una pistola de aire comprimido: “por un centímetro no perdió el ojo, aún tiene una cicatriz”, pero el acoso no terminó aquí. Semanas después, ese mismo energúmeno apareció en el centro armado con dos navajas con la intención de agredirlo. Solo la rápida reacción de otro alumno, que alertó a los profesores, evitó una tragedia. El agresor fue expulsado, pero la calma duró poco.
En ese momento fui a buscarlo porque estaba muy nervioso y lo saqué del colegio
Este curso, el primer día de clase, el menor volvió a ser amenazado. Según la madre, “le trasladó a otros alumnos que lo esperaban a la salida para darle una paliza”. El niño, al conocer la noticia, sufrió una crisis de ansiedad. “En ese momento fui a buscarlo porque estaba muy nervioso y lo saqué del colegio”, explica.
Bullying
el agresor acudio al colegio con dos navajas
La situación ha tenido un impacto devastador en la salud del menor: “mi hijo está en tratamiento psicológico con un cuadro ansioso-depresivo, pero está bien”, señala la madre con cierta resignación. Sin embargo, reconoce que el chico de apenas 13 años vive con miedo: “sabe que he presentado una denuncia y está muy preocupado por si el agresor toma represalias”, apunta.
Mi hijo, por el cuadro de estrés, no ha ido a clase por prescripción médica de su psicóloga, al menos durante esta semana, hasta que se pronuncien las autoridades
Lo más preocupante es que, este 15 de septiembre, el agresor ha vuelto a las aulas del mismo centro. “Mi hijo, por el cuadro de estrés, no ha ido a clase por prescripción médica de su psicóloga, al menos durante esta semana, hasta que se pronuncien las autoridades”. Añade la madre.
La familia teme lo peor: “temo por la vida de mi hijo”, confiesa. La ansiedad es tal que el menor apenas sale de clase por miedo a encontrarse al acosador.
Temo por la vida de mi hijo
La madre denuncia, además, que el agresor presume de su entorno: “se jacta de decir que pertenece a una familia conflictiva, de vivir en un barrio problemático y de saber artes marciales y MMA”. Lo que aumenta el temor de la víctima y de la familia.
Bullying
El colegio ha activado todos los protocolos
Pese a todo, la progenitora reconoce el esfuerzo del centro: “El colegio ha activado todos los protocolos, se han portado bien. Incluso durante el recreo todos los profesores estaban pendientes de él”.
No obstante, la mujer insiste en que la situación desborda lo estrictamente académico y exige una respuesta judicial inmediata: “espero que se tomen medidas, una orden de alejamiento antes de que pase algo irreparable”. Este es un caso que mantiene en vilo a una familia de Telde, revela con crudeza una realidad dolorosa: el acoso escolar no se limita a insultos o burlas, sino que puede escalar hasta la violencia física, poniendo en riesgo la integridad y la vida de los menores.