La vida diaria también cuenta en la candidatura de Oviedo 2031
El área de Pensamiento Contemporáneo, que lidera Llorián García Flórez, apuesta por una cultura que invite a reflexionar, compartir saberes y valorar la riqueza del territorio asturiano
Oviedo - Publicado el
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Oviedo avanza en su camino hacia la Capital Europea de la Cultura 2031, y una de las áreas más interesantes de la candidatura es la de Pensamiento Contemporáneo, que coordina Llorián García Flórez, comisario encargado de integrar la reflexión, la creatividad y la mirada crítica dentro del proyecto.
El joven filósofo y músico explica que esta área busca acercar el pensamiento a la ciudadanía y convertirlo en un eje activo de transformación cultural. Lo que se persigue, dice, es que la cultura no sea solo espectáculo, sino también una oportunidad para comprender mejor el presente y repensar el futuro de Oviedo y de Asturias.
PENSAR
Llorián García Flórez defiende que el pensamiento no pertenece a unos pocos, sino que se construye colectivamente. “Pensamiento contemporáneo significa que lo poco que sabemos lo sabemos entre todos”, afirma. Antes de añadir que muchas veces se asocia la reflexión a algo elitista o distante, “pero en realidad todos sabemos mucho de lo que nos pasa, de lo que vivimos y de la experiencia que tenemos”, explica.
Desde su punto de vista, el gran reto del momento es lograr que el conocimiento técnico y la sabiduría cotidiana dialoguen. En ese encuentro, dice, se encuentra la clave para construir una cultura más participativa y abierta.
mirada europea
García Flórez sostiene que Oviedo está preparado para mirar hacia Europa sin perder su identidad. Considera que la candidatura es una oportunidad para redescubrir la riqueza del territorio y valorar lo que muchas veces pasa desapercibido. “La candidatura nos permite mirarnos con otros ojos y descubrir potencias que tenemos en el territorio y a las que no damos valor porque las vemos cotidianamente”, comenta.
Llorián García Flórez, musicólogo
Defiende además que Asturias puede aportar al debate cultural europeo algo que otras capitales ya han perdido: su vínculo con el territorio. “Tenemos una cercanía con el ámbito rural que muchas ciudades europeas ya no tienen. Ahí hay una potencia muy relevante”, asegura.
Para el comisario de Pensamiento Contemporáneo, reflexionar también es hacer cultura. Su planteamiento parte de una idea sencilla pero profunda: que sin pensamiento no hay libertad ni posibilidad de construir un futuro compartido. “Pensar nos obliga a parar”, reflexiona. “Reivindicar la capacidad de pensar es esencial: tener tiempo para hacerlo, no solo para descansar y volver a trabajar, sino para decidir por dónde queremos ir”, apunta.
En un mundo acelerado, considera que el pensamiento y la cultura tienen un papel casi terapéutico. Son, dice, herramientas para reencontrarse con el gusto por el mundo, con la belleza y con lo que realmente da sentido a la vida colectiva.
Llorián García Flórez concluye con optimismo sobre las posibilidades de Oviedo en la carrera hacia 2031. Subraya que la clave está en ensalzar lo que ya existe y fomentar la cooperación entre quienes piensan y crean desde lugares distintos. “Estamos haciendo un trabajo muy desde ahí, de poner a los diferentes a trabajar juntos y ver que tienen mucho que ganar en ese encuentro”, resume.