Si una ampliación de los plazos no lo remedia, el próximo 28 de febrero, la empresa EXPAL comenzaría a aplicar el Expediente de Regulación de Empleo a los 52 trabajadores de la factoría de Trubia. La plantilla insiste en que la fábrica tiene futuro y siguen aferrándose a los tres meses de plazo que piden a la dirección de la empresa para ver si se pueden conseguir las licencias para la exportación de munición y explosivos a países como Arabia Saudí, y entretanto aplicar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal, lo que significaría un balón de oxígeno para la plantilla de cara a mantener sus puestos de trabajo. Por su parte, la dirección de la empresa se mantiene en su intención de aplicar el ERE, aduciendo que no es viable seguir con la actividad en la fábrica trubieca. Ambas partes vuelven a verse las caras en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos en un último intento por acercar posturas.

Hace un mes que la dirección de la fábrica presentaba el ERE, y desde entonces, más allá de intercambiar información y propuestas, no ha habido el mínimo acercamiento en las negociaciones. Ahora, los trabajadores, después algunas protestas y manifestaciones por las calles de Trubia, preparan más acciones de presión, al tiempo que deciden si llevan a cabo las amenazas de llevar a los tribunales el ERE planteado por la empresa. El presidente del comité de empresa, Javier Rodríguez, reconoce que el tiempo y la incertidumbre va haciendo mella en los ánimos de los trabajadores, aunque están más unidos que nunca.