Cómo reclamar cuando las vacaciones acaban en desastre

Jorge Álvarez de Linera, abogado, detalla qué hacer ante problemas habituales como pérdidas de equipaje, cancelaciones o retrasos de vuelos

Yolanda Montero

Oviedo - Publicado el

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Para muchos las vacaciones ya se han terminado y para otros están a punto de finalizar. Pero el descanso y el relax que todos buscamos se ha complicado para quienes han sufrido incidencias en sus viajes: maletas perdidas, vuelos cancelados, retrasos interminables o cambios de clase inesperados. Situaciones que generan estrés y, en ocasiones, gastos extra difíciles de asumir.

Jorge Álvarez de Linera, abogado con despacho en Oviedo, ha explicado en COPE Asturias qué hacer en estos casos y cuáles son los derechos que nos amparan como pasajeros.

Conservar documentos

El consejo inicial es claro: hay que guardar billetes, contratos de viaje y todas las facturas relacionadas con los gastos ocasionados. “Es fundamental tener justificantes, porque sin ellos no se puede acreditar el perjuicio sufrido”, ha señalado. A esto se suman tickets de manutención, alojamiento o transporte alternativo, e incluso comprobar si la tarjeta con la que pagamos el viaje incluye un seguro que pueda cubrir parte de la incidencia.

A partir de ahí, la reclamación debe presentarse en el mostrador de la propia compañía aérea o en AENA. “En muchos casos el problema se resuelve de forma amistosa y sencilla”, ha explicado. Pero si no hay respuesta en un mes o la aerolínea rechaza la petición, se puede acudir a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Esta entidad emite un informe en un plazo máximo de 90 días. Aunque no es vinculante, “resulta muy útil si finalmente hay que acudir a los tribunales”.

EFE/ Chema Moya

Viajeros esperando en la estación

derechos básicos 

Las normas europeas son claras: todo viajero tiene derecho a asistencia gratuita —comida, bebida, alojamiento y transporte si fuera necesario—, además de a la devolución del billete o un transporte alternativo. En muchos casos corresponde también una compensación económica que puede llegar hasta los 600 euros, dependiendo de la distancia del vuelo y del retraso acumulado.

“Si la compañía no cumple con la obligación de atender al pasajero, hay que guardar los recibos de los gastos y reclamarlos después”, ha recordado Álvarez de Linera.

La vía judicial

Si la aerolínea no respeta los derechos reconocidos, queda siempre abierta la vía judicial. “No es lo primero que recomendamos, pero a veces es la única opción para que se cumpla la ley”, ha señalado. En ese caso, el informe de AESA es clave para reforzar la demanda.

El abogado insiste en que la mayoría de los problemas se resuelven sin llegar a juicio, pero advierte: “los pasajeros deben conocer sus derechos y no renunciar a ellos, porque la ley los ampar