La estrategia del Principado en la lucha contra los incendios abarca varios frentes, y es que el objetivo es luchar contra las llamas de una manera eficaz, sobre todo, en zonas rurales, pero con la prevención como punto de partida. Una estrategia integral que abarca un período de cinco años, hasta el 2025 y que consta de 4 líneas de actuación que agrupa 69 medidas y 141 acciones concretas a desarrollar. Arturo Colina, uno de los elaboradores del documento, incide en el impulso de potenciar la defensa de los montes y de la protección civil, es decir implicar mediante un programa de voluntariado a la población, principalmente, de las zonas rurales. Destaca también la importancia de crear puntos de diálogo mediante la puesta en marcha de mesas del fuego en colaboración con los ayuntamientos. En definitiva, proyectos que sirvan para recuperar el territorio de forma sostenible. Preparar, por lo tanto, a la población mediante la puesta en marcha de simulacros se antoja fundamental, y es que, según advierte Fernando Prendes, director general de Infraestructuras Rurales y Montes, en Asturias ya son varias las zonas que corren un riesgo real de desertización. De cara a la prevención también es importante la renovación de material así como potenciar los medios privados. Uno de las cuestiones más destacadas será la contratación el próximo 2021 de investigadores privados que localicen la causa de los incendios (En Asturias la mayoría son intencionados), así como detectar a los causantes, según adelanta el gerente del Gerente de Emergencias del Principado (SEPA), Óscar Rodríguez. Un trabajo que desarrollarían en colaboración con las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (BRIPAS). Prendes pone números al daño que causa el fuego en Asturias: el Principado registra el 12% de los incendios de toda España. En 2019, se quemaron en Asturias 14.165 hectáreas, fueron 7.200 menos que en 2018.