Un hotel, dos hermanos y un reconocimiento: Soto del Barco nombra a la familia Tascón hija adoptiva del concejo
Ricardo y Teodorino Tascón son los artífices del Hotel Palacio de La Magdalena, que se ha consolidado con el paso de los años como un referente en la zona
Oviedo - Publicado el
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Muchos años de esfuerzo que fueron dando resultado. Así se escribe la historia de la familia Tascón González, que desde un pequeño pueblo de León, Gallegos de Curueño, acabó llegando a otro pueblo de Asturias, Soto del Barco. Ricardo Tascón González y Teodorino Tascón González, fallecido el año pasado, son los impulsores del Hotel Palacio de La Magdalena. Y ahora Soto del Barco distingue a la familia Tascón González como hija adoptiva. Entre Gallegos de Curueño y Soto del Barco, está Gijón. Ahí Ricardo ya encontró trabajo al día siguiente de llegar de León buscándose la vida. Empezó trabajando en la cerámica, fabricando para el desarrollo de las 1500 viviendas, uno de los proyectos que empezaban a salir en Asturias para dar cabida al crecimiento poblacional. De ahí a un bar. De un bar a un hotel. Y de un hotel a otro. Hasta 2006. Ricardo Tascón iba todas las semanas a Lugo, donde estaba impulsando un proyecto. Por la antigua carretera nacional que se atascaba todos los fines de semana por el occidente asturiano hasta arriba de coches. Uno de los puntos calientes de esos atascos era la rotonda de Soto del Barco. Ahí hacía Ricardo la parada de descanso. Un día se acercó a la zona alta de la localidad y vio el Palacio de la Magdalena. El resto de la historia ya es sabida.
El Hotel Palacio de La Magdalena lleva casi 20 años siendo referente en el Bajo Nalón y en Asturias. Y por ello el concejo de Soto del Barco impulsa este reconocimiento, que Ricardo Tascón recibe con orgullo, como explica en una entrevista en COPE: “Muy orgulloso. Es un reconocimiento que me dan, pero me van a hacer más responsable, porque ahora tengo la obligación de no fallarles”. Un reconocimiento que llega después de muchos años de trabajo. De 93 años de vida: “Puedo decir que soy rico. Más que muchas personas que tienen mucho dinero. Soy rico en años. Tengo muchos y otros no los tienen. De momento puedo con ellos, hay que cuidarse y organizarse, pero de momento bien”.
Ricardo Tascón en las instalaciones del Palacio de La Magdalena, con el Hotel detrás
"los principios fueron duros"
Ricardo Tascón, o Don Ricardo, como todo el mundo le conoce cuando camina por el hotel y le saludan con cariño, llegó a Asturias en 1957 desde Gallegos de Curueño, un pequeño pueblo de León. En busca de futuro: “Llegué a Gijón después de hacer el servicio militar. En el pueblo no había ningún tipo de futuro y había que salir a buscarlo. Los principios fueron duros, había que trabajar mucho”. Parte de ese trabajo llegó en 2006, con el proyecto del Hotel Palacio de La Magdalena: “Un día subí hasta aquí, vi el Palacio, me enamoró y ya no pude salir de él. Se hizo una obra muy grande, con mucha ilusión y ya se hizo como bandera para la casa. Luego vino la crisis y luego la pandemia. Nos ha costado trabajo salir adelante. A la empresa, que somos los hermanos y toda la familia. Hice trabajar mucho a nuestra gente. Fue todo a base de trabajar, trabajar y trabajar. Y cumplir”.
La vista de la desembocadura del Nalón desde las instalaciones del Palacio de La Magdalena
la ilusión de dos hermanos
Hace alusión Tascón a la familia. Y es que en este proyecto estuvo acompañado de su hermano Teodorino, que falleció el año pasado. El reconocimiento del concejo es a la familia Tascón, algo que emociona especialmente a Ricardo: “Este punto me duele. He perdido a un hermano que trabajó mucho y que nos queríamos mucho. El sacrificio fue muy fuerte toda la vida. Estaba muy bien, pero llegó el coco y marchó con él. Ha sido un golpe muy gordo para mí. Me emociono de verdad. Lo vamos a tener presente. Pero de todas formas le echaré mucho de menos y lo voy a sentir. Yo estoy viudo, la mujer de mi hermano ahora también lo está pasando mal... Es un momento muy complicado, de muchos sentimientos... Pero bueno, las cosas hay que asumirlas como vienen. Cuando uno tiene salud hay que intentar disfrutarla lo máximo. Si él me estuviese escuchando, le mando un gran beso desde aquí” comenta visiblemente emocionado.
mirando al futuro
Con 93 años a la espalda, pero con una salud de hierro, Ricardo Tascón mira también hacia el futuro: “Estoy muy preocupado porque dejo una herencia de mucho sacrificio a mi sobrino Javier. Que es el sucesor que ya se ha hecho cargo de ello. Son negocios muy duros y que requieren estar muy presente. Le deseo mucha suerte, porque yo ya soy una persona muy mayor. Doy gracias de que estoy todavía, pero no será para mucho”.