Se trata, sin duda, de una de las plagas típicas cada verano en muchas viviendas de Asturias, principalmente, en zonas rurales. Una plaga molesta y desagradable, que muchas personas no saben como afrontar. Una de las especies más comunes es la hormiga argentina. Es de color castaño claro del torso, de unos 2 milímetros de longitud. Forma largas filas, con un continúo ir y venir. Ubica sus nidos en cualquier lugar de la vivienda que le proporcione protección y un poco de humedad. Toleran temperaturas bastante bajas. El mayor reclamo para esta especie son las sustancias azucaradas, aunque come todo tipo de materia orgánica.

La mejor estrategia para evitar que las hormigas entren e invadan el interior de las casas, sin duda, es la prevención. Es decir, sellando en la medida de lo posible las vías de entrada y eliminando sus fuentes de comida y agua. Es importante mantener una buena limpieza de la cocina y el comedor, lugares donde se suele acumular la comida, además de limpiar de forma regular los estantes. Después de las comidas es recomendable lavar inmediatamente los platos y eliminar los restos de comida. Cerrar en repicientes los alimentos que puedan a atraer a las hormigas. No dejar durante la noche comida y agua para los animales domésticos. Vaciar con frecuencia los cubos de basura. Sellar grietas y agujeros en las paredes que puedan favorecer la entrada de hormigas desde el exterior. También es importante evitar plantas y arbustos cerca de los edificios, muchas especies de hormiga están ligadas o asociadas con plantas que contienen poblaciones importantes de pulgones. Así todo, si todas estas medidas no dan el resultado deseado, lo recomendable es contactar con una empresa especialista en fumigación y limpieza.