La fecha que se barajaba hasta el momento para el cese de la actividad en las baterias de cok de la factoria avilesina, era el 31 de diciembre, y aunque era oficioso, la siderúrgica, ya ha comunicado a los sindicatos de forma oficial que el cese de actividad se llevará a cabo el 1 de octubre, es decir, tres meses antes, y coincidiendo la parada del horno alto B de Gijón, que se someterá a un mantenimiento extraordinario, y que no cuenta con fecha de arranque. Con todo esto, la empresa tendrá que recurrir a la imporación de cok de otras plantas europeas como las de Bremen, en Alemania, o Dunkerke , en Francia. Un escenario que los sindicatos califican de temeridad  porque las nuevas baterias de Gijón no estarán a pleno rendimiento, al menos, hasta mediados del año que viene, tal y como anuncia la multinacional. Desde CCOO, José Manuel Castro, preve que 250 trabajadores de la plantilla de Avilés sean recolocados en las baterias de Gijón cuando estén en marcha, y otros 150 trabajadores en otras instalaciones de la empresa. Lo peor, dice vendrá con el impacto que tendrá esta parada de actividad en el empleo eventual y en las empresas auxiliares de Arcelor.