El orgullo de una madre de Oviedo porque sus hijos han heredado su devoción por la Semana Santa: desde los 2 años
Mónica inculcó la pasión por la Pascua a sus hijos desde muy pequeños: han sido Morabetinos y, actualmente, siendo adolescentes, uno forma parte del Ecce Homo y el otro procesiona con la Dolorosa y el Santo Entierro
Oviedo - Publicado el
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En Oviedo, la pasión por la Semana Santa no entiende de edades. Y si no, que se lo digan a Pelayo y Álvaro, dos hermanos de 17 y 14 años que esta semana procesionan, un año más, por las calles de la capital asturiana. Son los más jóvenes de la familia Cabrera García de la Noceda, una familia de braceros con más de una década de compromiso cofrade.
Ambos comenzaron de pequeños en el paso infantil de los Morabetinos, donde los niños de la hermandad portan una imagen de Jesús Niño. Con el paso del tiempo, han ido asumiendo mayores responsabilidades. Pelayo, que cursa 1º de Bachillerato, ha formado parte junto a su padre Roberto, ya fallecido, de la agrupación San Salvador de la Hermandad de los Estudiantes. Juntos procesionaron con el Ecce Homo, paso que desfila sobre unas andas históricas que antes llevaban a Nuestra Señora de los Dolores. Hoy es su hermano menor, Álvaro, quien continúa con ese legado.
Pelayo y Álvaro se preparan para procesionar
Los nervios
Pelayo estudia 1º de Bachillerato y forma parte activa de la vida cofrade. Esta Semana Santa saldrá en tres procesiones: el Viernes Santo con La Dolorosa y el Santo Entierro, y el Sábado Santo con La Soledad. Aunque tiene experiencia, reconoce que los nervios siempre están presentes.
“Siempre hay nervios antes de empezar, y luego es emocionante durante la procesión. Cuando terminas y recuerdas esos momentos, es muy especial”, cuenta. No solo hay emoción, también hay preparación física. “Con los ensayos que tenemos durante dos meses vas haciendo callo y se lleva mejor”.
Pelayo también nota la curiosidad que despierta entre sus compañeros de clase: “Me preguntan si de verdad pesa tanto el paso o si es difícil de llevar”, comenta entre risas. Y aunque no todos comparten esa afición, muchos se interesan por la experiencia. En su casa, todo gira en torno a las procesiones durante estas fechas: los ensayos, la organización, la emoción. Y él, como parte del relevo generacional, lo vive con orgullo.
Jóvenes costaleros del Ecce Homo culminan sus ensayos
Un paso pensado para los jóvenes
Álvaro es el pequeño de la familia. Estudia 2º de la ESO y forma parte del grupo de adolescentes que llevan el paso del Ecce Homo, pensado especialmente para jóvenes entre 14 y 18 años. “Es un paso que pesa bastante menos, porque la figura es más pequeña que otras como la de la Virgen”, explica. Pero eso no significa que no tenga importancia. Todo lo contrario: es el punto de partida para muchos cofrades que empiezan a cargar pasos en serio.
Álvaro lleva desde los dos años vinculado al mundo cofrade, y aunque solo hace cuatro que procesiona, habla con la seguridad de quien ha vivido muchas Semanas Santas. “Lo vivimos en familia. Vamos juntos a todas las procesiones, las disfrutamos mucho”, cuenta. También él nota la sorpresa entre sus compañeros. “Muchos se van de vacaciones y no saben que en Oviedo también hay Semana Santa”, dice. Para él, sin embargo, es algo natural. “Ya es como una rutina. Cuando llega la Semana Santa, toca prepararse para las procesiones”.
Pelayo y Álvaro listos para la procesión
“Orgullo, emoción... y muchas carreras por casa”
Mónica, la madre de Pelayo y Álvaro, vive estos días con emoción y cierta agitación. Ensayos, horarios, uniformes… Todo requiere coordinación. Pero lo hace con gusto. “Después de Navidad ya empezamos a contar los días. Ellos se organizan para estudiar antes e ir a ensayar. No fallan nunca”, explica Mónica.
Verlos salir en procesión la llena de orgullo. “Empezaron en el paso de los pequeños, luego el Ecce Homo… y ahora ver a Pelayo con los pasos grandes me emociona muchísimo”, cuenta Mónica en COPE Oviedo. Y deja claro que la tradición no solo se mantiene, sino que sigue creciendo. “Ojalá más jóvenes sigan con estas tradiciones. Aquí en Asturias tenemos una Semana Santa muy bonita. No hace falta marcharse fuera para vivirla”