El mensaje que Robert Prevost envió a Oviedo justo antes de convertirse en el Papa León XIV: “Me marcó muchísimo”
El nuevo Pontífice mantiene contacto con el seminarista Edgar Perales, a punto de ser ordenado diácono en la catedral de la capital asturiana
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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La sonrisa no le cabe en la cara. La felicidad que siente el seminarista Edgar Perales (Chiclayo, Perú - 1998), que se forma en Oviedo para ser sacerdote, es desbordante. Está emocionado porque el obispo con el que coincidió durante seis años en su ciudad natal se ha convertido en el Papa León XIV. Antes de llegar a la capital asturiana en 2020, Edgar estuvo en el Seminario de Chiclayo. Fue en 2014 cuando conoció al obispo de esa diócesis peruana, Robert Prevost. “Nos veíamos frecuentemente porque le ayudaba en las celebraciones en la catedral y teníamos tertulias en el Seminario”, ha recordado en una entrevista en COPE.
¿Cómo es el papa león xiv?
Edgar Perales describe al hoy Papa León XIV como una persona “tímida. muy cercana, que tiene la virtud de escuchar y que se preocupa por ti”. Este joven peruano afincado en Asturias y a punto de ser ordenado como diácono ha recordado el día en el que caminaba por las calles de Chiclayo para ir a su casa y un coche blanco se detuvo junto a él. Era el vehículo del obispo Prevost que se ofreció a llevarle hasta su domicilio porque “es muy cercano y tenía esos detalles”.
Robert Prevost con Edgar Perales
el vínculo de prevost con oviedo
Robert Prevost también tuvo consejos para Edgar Perales cuando supo que se iba al Seminario Metropolitano de Oviedo para completar su formación. Fue entonces cuando le remarcó que “hay que servir a la Iglesia con devoción y con ilusión”, ha recordado. Pero lo que verdaderamente marcó "muchísimo" a este seminarista fue la recomendación que le hizo de ser “un hombre de oración”.
Robert Prevost en una celebración religiosa ayudado por Edgar Perales
En los cinco años que el joven peruano lleva en Oviedo ha intercambiado mensajes con el ahora Papa León XIV. El último fue en Pascua, justo antes de fallecer el Papa Francisco. “Me felicitó y me preguntó por mis ilusiones”. Nada le hacía pensar en ese momento que estaba hablando con el futuro sucesor de Pedro. Ahora se siente orgulloso de haber coincidido con él durante seis años. Confía en que sea capaz de entablar puentes y amistad con todo el mundo y “lleve el Evangelio a todos los rincones”. No en vano, ha sido obispo de la 'Ciudad de la Amistad', como es conocida Chiclayo.