La gripe se desboca en Asturias y satura los centros de salud: “La mayoría de urgencias son ya infecciones respiratorias”

La gripe está desbocada en Asturias. La incidencia del virus se ha duplicado en la última semana y alcanza ya los 114 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos del Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Principado. Esta situación se está notando, y mucho, en los centros de Atención Primaria. En el centro de salud de Pumarín, en Oviedo, su coordinadora de Enfermería, Carlota Martín, confirma que la presión asistencial ha aumentado: “Lo estamos viendo, sobre todo, en las guardias de las tardes;  la mayoría de todas las urgencias son infecciones de las vías altas, gripe y catarros”.

Adultos, el perfil más afectado

El perfil del paciente que acude con síntomas compatibles es, sobre todo, el de un adulto. Sin embargo, la mayor parte de las vacunas están siendo adminstradas a menores de edad, matiza Carlota Martín. La mayoría de los casos que requieren atención en urgencias hospitalarias se confirman como gripe A.

Ante síntomas leves, los profesionales sanitarios apelan a la "coherencia" y piden mantener una "conducta expectante" para ver la evolución. “Cuando vemos que son varios días, que la persona  no mejora o son fiebres altas, hay que consultar con un profesional”, aconseja la coordinadora de Enfermería del centro de salud de Pumarín. 

Hay miedo a las vacunas a raíz del COVID"

Carlota Martín

Coordinadora de Enfermería del centro de salud de Pumarín (Oviedo)

Desde la Consejería de Salud del Principado se insiste en recuperar el uso de la mascarilla al presentar síntomas y se recomienda a los grupos de riesgo que se vacunen. Sin embargo, la medida no termina de calar en la población. “No todos los pacientes la llevan, deberían venir con ella por ellos mismos y por los que está también en la sala de espera”, lamenta Carlota Martín.

Una campaña de vacunación a dos velocidades

La campaña de vacunación, que arrancó con fuerza en octubre, ha perdido fuelle. “Ha bajado muchísimo el volumen de gente que se está vacunando, es más bajo de lo que nos gustaría”, explica Martín, que lo achaca a una posible reticencia generalizada: “Creo que se ha cogido miedo a las vacunas a raíz del COVID, se está vacunando menos gente y es una pena”. Pese a ello, se han administrado ya 249.713 dosis y se ha superado el 55% de cobertura en mayores de 64 años. 

Ante el avance de la incidencia, la Consejería de Salud ha decidido ampliar una semana más la campaña de vacunación por las tardes, sin cita previa, para favorecer la protección frente a gripe. 

Desde que me vacuno, no cogí una gripe"

Beatriz M.

Usuaria del centro de salud de Pumarín (Oviedo)

Hablan los pacientes: “Vale más prevenir”

En la sala de espera del centro de salud de Pumarín conviven los pacientes que acuden con síntomas con los que buscan protegerse del virus. Nicolasa, de 87 años, es de las segundas. Acude a ponerse la vacuna como cada año. “Se vacuna siempre, desde que se lo mandó el médico”, confirma su nuera Carmen, que reconoce que ella aún no lo ha hecho por falta de tiempo, pero que es "primordial" al trabajar en un supermercado.

Beatriz es otra de las pacientes que lo tiene claro. Tiene una patología pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la recomendación de su neumóloga es suficiente para ella. “No lo pongo en duda”, afirma. El resultado, asegura, es evidente: “Desde que me vacuno, no cogí una gripe, y hace ya muchos años”. También Juan Manuel, otro de los usuarios, confía en la profilaxis anual. “Llevo años vacunándome”, explica, porque aunque a veces se contagia, sabe que “vale más prevenir”.