Es uno de los escultores más reconocidos de España en el siglo XX y dejó su huella en Gijón. Eduardo Chillida nació el 10 de enero de 1924 por lo que, este miércoles, hubiese cumplido 100 años. Su familia, a través de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, ha programado un calendario de actos y actividades durante los próximos meses.

En Gijón, en el Cerro de Santa Catalina, Chillida levantó una de sus obras más emblemáticas, convertida ya en símbolo de la ciudad asturiana. Es el Elogio del Horizonte, que se inauguró en 1990, y que en estas tres décadas ha sufrido un deterioro importante a causa de su "exposición al mar y al viento".

Lo ha explicado, en Herrera en COPE, el director de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, Aitor Martínez Valdajos, que aclara que "el monumento no está mal de salud". Sin embargo, hace cinco años, participó de un proyecto de investigación europeo en el que se analizaba la evolución y deterioro del hormigón en diferentes monumentos del continente.

En ese sentido, el Ayuntamiento ha reservado una partida de 80.000 euros en el presupuesto de 2024 para una restauración que consistirá en "aplicar un tratamiento para que el hormigón no se vea tan afectado por los cloruros y se frene su deterioro", explica Valdajos, que aclara que "no queremos devolver la pieza a su estado original porque Chillida valoraba mucho el paso del tiempo en las obras que creaba".

El proyecto corre a cargo del arquitecto Luis Fernández Ordóñez y "aprovechando el centenario", la Fundación Municipal de Cultura espera recibir el proyecto "muy pronto, quizás en febrero" y así "ponernos manos a la obra".

"No me imagino el Cerro sin el Elogio"

En este 10 de enero de 2024, la familia de Eduardo Chillida ha dado el pistoletazo de salida a un programa de actos y exposiciones que conmemorará el centenario del escultor. En COPE, hemos hablado con su hijo, Luis, que está al frente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce.

Ha asegura que "para mi padre, le atrajo muchísimo encontrar el Cerro de Santa Catalina para elogiar al horizonte, y cuando llegó a Gijón, fue un momento muy especial porque vio que era el lugar idóneo para lo que tenía en su cabeza". A pesar de la controversia que generó en su inauguración, este monumento se ha convertido en elemento diferenciador del skyline gijonés y símbolo de la ciudad; y Luis Chillida asegura que "ahora cada vez que pienso en Gijón y en el Cerro, ya no lo puedo imaginar sin el Elogio".