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El Sporting revive su pesadilla: dominio sin gol y un empate que sabe a derrota

Marcos Martín y Javi Barrio señalan en Deportes COPE Asturias la confección de la plantilla y la plaga de lesiones como las causas de una crisis que se repite una y otra vez en Gijón

Fernando Justo Gómez

Asturias - Publicado el

3 min lectura

La frustración ha vuelto a instalarse en El Molinón. El Real Sporting empató (1-1) contra el Andorra en un partido que dominó, pero que solo pudo igualar con un penalti en el minuto 101. La sensación general, compartida por los analistas de Deportes COPE Asturias, es que el equipo mereció ganar con holgura, pero se estrelló de nuevo contra sus propios fantasmas, dejando una sensación más negativa que positiva pese a las estadísticas.

Análisis de un empate cruel

El análisis del partido se mueve entre dos aguas. Por un lado, el vaso medio lleno: el Sporting generó ocasiones más que suficientes para ganar, con oportunidades claras como el mano a mano de Otero y las dos llegadas de Guille. La imagen no fue la de las últimas derrotas. Por otro lado, el vaso medio vacío: la preocupante realidad de que el equipo necesita un volumen de juego inmenso para marcar y, en cambio, recibe un gol con muy poco. Esta dualidad resume la crónica de un empate que se siente casi como una derrota.

El problema de fondo, según apuntan Marcos Martín y Javi Barrio, es la falta de gol, una problemática que trasciende al entrenador de turno. "Viene a dejar claro lo que venimos hablando aquí todos los lunes, que es la problemática que tiene el entrenador, sea cual sea con la plantilla, que es la falta de gol", señalan, apuntando directamente a la confección del equipo como el origen del problema.

Al entrenador tienes que ayudarlo porque no puede hacer milagros"

Javi Barrio

El Comercio

La plaga de lesiones y la plantilla, en el foco

Una de las mayores preocupaciones son las lesiones. Con una plantilla ya de por sí corta, la mala suerte se ceba con jugadores clave. A las ausencias de Dubasín y Otero se suma ahora la de Gaspar, lo que deja al equipo muy mermado. La sensación es que el conjunto rojiblanco está cogido con pinzas y que, cuando faltan las piezas fundamentales, el nivel competitivo desciende de manera drástica.

Esta situación deja a los entrenadores desnortados y sin soluciones en el banquillo, como ya les ocurrió a Garitano o Rubén Albés. El foco de la responsabilidad, por tanto, se desvía hacia la dirección deportiva y la propiedad, el Grupo Orlegi. Los analistas coinciden en que el entrenador, Borja Jiménez, necesita ayuda: "A ese entrenador tienes que ayudarlo, porque no puede hacer milagros". La solución pasaría por acertar en el próximo mercado de invierno con un par de incorporaciones de nivel.

Es preocupante que un equipo que hace tantas ocasiones claras necesite un penalti en el 100 para empatar"

Marcos Martín

COPE Gijón

La afición y la gestión de la presión

La grada de El Molinón mostró su hartazgo al final del partido, con pitos dirigidos al palco. Los analistas entienden el cabreo de una afición que lleva cuatro temporadas viendo lo mismo y que, pese a todo, sigue siendo "lo único salvable del club". Sin embargo, también advierten del peligro de entrar en una dinámica de 'montaña rusa emocional' que puede ser perjudicial para la estabilidad del proyecto.

La situación de jugadores como Dani Queipo y Jordi Caicedo, sumada a la reacción del entrenador en rueda de prensa, ha abierto un delicado debate sobre la presión y el entorno. Se ha criticado que Queipo ha sido minado por los silbidos en partidos donde su rendimiento no era especialmente malo. La gestión de estos casos se ha convertido en otro de los frentes abiertos en la compleja actualidad del Real Sporting.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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