El Real Oviedo sigue sin caminar hacia adelante. Pese a los cambios en la alineación y en el dibujo, Bolo sigue sin dar con la tecla, y los azules volvieron a cuajar un partido plano, sin guía ofensiva. Por lo menos se volvió a mantener la portería a cero, ante un mermado Lugo que se no creyó capaz de penetrar en la defensa azul excepto en un par de momentos puntuales de la segunda mitad.

Comenzó eléctrico el partido, con el Real Oviedo mordiendo en el saque de centro, y a los pocos segundos Bastón disparó tras un robo. Whalley tuvo que desperezarse pronto para detener el chut, que buscaba el palo derecho de la portería local. Los primeros minutos el Oviedo estuvo encendido, pero poco a poco se fue diluyendo ante un Lugo que tampoco era capaz de generar juego ofensivo.

Los azules, lejos de un plan o de alguna idea impulsada por el cambio de dibujo, seguían viviendo de buscar los golpeos largos a Bastón y Enrich, sin que se vea una evolución en la propuesta después de siete jornadas. De hecho un intento de Enrich tras un mal despeje de Xavi Torres fue lo único que produjo el equipo de Bolo en la primera mitad.

E igual que en la primera parte, el guion se repitió. el Oviedo volvió a salir eléctrico y a partir de ahí, la nada. Otro disparo desde fuera en el primer minuto, en este caso de Koba con la zurda, hizo que Whalley tuviera que volver a emplearse para evitar que el balón llegara a la red antes de que el partido volviera a entrar en el letargo. El Oviedo no era capaz de salir del atasco y hasta el apartado individual empezó a fallar. El Lugo, viendo que el Oviedo era incapaz y que encima empezaba a fallar, se fue creyendo con posibilidades de victoria y buscó tener las suyas. Juanpe penetró en el área y a punto estuvo de batir a Tomeu Nadal, pero el balear consiguió rechazar.Igual que también rechazó un buen remate también de Juanpe, en este caso de cabeza. El Lugo tuvo ocasiones claras, aunque no las aprovechó.

El partido agonizaba entre imprecisiones y en una de ellas casi sale victorioso el Real Oviedo. Después de una buena llegada de Miguel Llambrich, un mal despeje del Lugo casi acaba en su propia portería. Hubiera sido el broche a un mal partido de fútbol.

El Oviedo suma un punto fuera de casa, donde sigue sin perder, pero la preocupación continúa rodeando a los azules. Han pasado siete jornadas, y sigue sin verse la mejoría ofensiva esperada.