El Real Oviedo se adapta al atípico mercado del verano de 2020 y apuesta por operaciones de bajo coste para incorporar jugadores con proyección. En este perfil encajan los próximos objetivos azules: Rafa Mujica, Cedric Teguia y Gabriel Brazao.

En los tres casos, la influencia en el tope salarial es moderada. El Leeds United, el Atlético de Madrid y el Inter de Milán colaboran con los asturianos a la hora de hacer frente a las fichas de los jugadores. De esta forma, el Oviedo tendrá más margen económico para acometer los fichajes de los futbolistas que faltan para completar el centro del campo y la delantera, contrataciones claves en este mercado.

Con Rafa Mujica, el Oviedo confía en que el delantero muestre en Asturias el fútbol que sí ha enseñado en categorías inferiores en los últimos años. No hay dudas acerca de su calidad, pero el jugador necesita un proceso de maduración, factor que le impidió consolidarse en el Extremadura. Le faltó un carácter competitivo que le privó de minutos en Almendralejo.

Cedric Teguia es una de las perlas de la cantera del Atlético, que cuenta con él para sus proyectos a medio plazo. El extremo camerunés ya se ha entrenado a las órdenes de Simeone. Es una incógnita cómo se asentará, a sus 18 años, en el fútbol profesional, pero su velocidad y potencia están acreditadas.

En el caso de Brazao, el Oviedo desea repetir el proceso que protagonizó Lunin desde el pasado enero. El Inter de Milán cede al portero para que sume un papel relevante en el equipo de Ziganda. El brasileño, el mejor del mundo de su edad en el Mundial de 2017, apunta a la titularidad en su competencia con Femenías. En Albacete no dudan de su talento bajo los palos, aunque los entrenadores se decantaron por la veteranía de Tomeu Nadal. "Tiene un nivel impresionante, hará cosas importantes en el fútbol", reiteran desde el club manchego. Brazao jugó solo cinco partidos en LaLiga, pero tuvo actuaciones notables, como contra el Sporting en el Carlos Belmonte.

Brazao ve en Oviedo la oportunidad, camino de cumplir los 20 años, de acumular la experiencia necesaria para asentarse después en la portería del Inter, club que abonó unos seis millones de euros por su traspaso. La incorporación de Lunin al primer equipo del Real Madrid, tras su paso por el Tartiere, es el espejo en el que se quieren mirar el guardameta brasileño y la entidad italiana.

Las tres operaciones que está a punto de concretar el Oviedo son una apuesta deportiva por el talento joven, por "jugadores con hambre", en palabras de Arnau, que tendrán que ser capaces de suplir a la inexperiencia. El director deportivo se adapta a las condiciones de un verano complejo. En otro contexto, el foco de las contrataciones habría podido tener otra dirección. Pero 2020, con la crisis también presente en el fútbol, marca un rumbo diferente.

A partir de ahora, el Oviedo, pendiente de las renovaciones de Bárcenas y Saúl Berjón, medirá su capacidad para encontrar dos perfiles claves en el proyecto: los hombres que sustituyan el equilibrio de Luismi en el centro del campo y los goles de Ortuño en la delantera.