¿Por qué llevamos crisantemos a los cementerios?
Es la flor que, tradicionalmente, más se ha utilizado para dejar a los seres queridos fallecidos que descansan en camposantos en los días de Todos los Santos y Fieles Difuntos
CRISANTEMOS
Asturias - Publicado el - Actualizado
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Llega noviembre y con el penúltimo mes del año, los días de Todos los Santos y los Fieles Difuntos que mucha gente aprovechan para acudir a los cementerios a dejar flores a los seres queridos fallecidos. Tradicionalmente, se ha relacionado al crisantemo con los fallecidos, aunque la costumbre va cayendo en desuso, con las rosas y los claveles ganando protagonismo.
¿Por qué se considera al crisantemo la flor de los muertos? La respuesta se encuentra en la naturaleza: el crisantemo era casi la única planta capaz de producir flores a estas alturas del año en las que el mercurio ha bajado considerablemente. Además de restistir las bajas temperaturas, formaban bloques compactos y ofrecían una mayor variedad cromática que, por ejemplo, los pensamientos, también resistentes al frío otoñal.
La tradición de llevar flores a los difuntos se remonta a más de 100 siglos. Algunas teorías apuntan que, entonces, se utilizaban para enmascarar el mal olor que emitían los cadáveres en descomposición cuando eran velados. Hoy en día, con los avances en las técnicas para embalsamar los cuerpos, las flores tienen un carácter de tradición y decoración.
Aunque en España el crisantemo (junto a la rosa y el clavel) es la flor más utilizada para los difuntos y la que más relacionamos con la muerte, en otros lugares del mundo le dan un sentido completamente opuesto. En Estados Unidos, por ejemplo, se asocia con la alegría. En México, significa una declaración de amor. Y en China (el origen del crisantemo está en Asia), sabiduría.