Esposas de guardias civiles de Asturias se unen para denunciar las condiciones de sus maridos

Se suman a la plataforma nacional 'Nuestro corazón por bandera', creada tras el asesinato de dos agentes, en Barbate, arrollados por una narcolancha el pasado mes de febrero

Redactor en COPE Asturias

Gijón

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 19 abr 2024

La plataforma 'Nuestro corazón por bandera' surgió a raíz del asesinato de dos agentes de la Guardia Civil, el pasado mes de febrero, tras ser arrollados por una narcolancha en Barbate. Entonces, quedó clara la escasez de medios con los que la Benemérita lucha contra la delincuencia y el crimen; unas "condiciones precarias silenciadas porque, como no tienen derecho a representación sindical, no pueden quejarse".

Son palabras, en COPE, de Rocío Baragaño. Es una de las seis mujeres que forman la delegación de la plataforma en Asturias, aunque aclara que han recibido el apoyo de un centenar de personas y recuerda que, en la cuenta nacional de Instagram, tienen más de 21.000 seguidores.


Apaleado en un cajero

"Como ellos no pueden, nosotros vamos a ser la voz de las quejas porque queremos que cumplan con su labor ciudadana, pero también que vuelvan a casa, que es lo más importante", defiende Rocío, la portavoz de esta plataforma que aúna, a lo largo y ancho de España, a esposas, novias, madres, hijas o hermanas -familiares en definitiva- de guardias civiles y policías nacionales.

Coche de la Guardia Civil.EP



La complejidad de la zona del Campo de Gibraltar ahonda en las necesidades del cuerpo, pero afecta a todos los territorios de España. De hecho, Rocío ha recordado el caso de su marido, el pasado 20 de agosto, en Cangas de Onís.

"La de Barbate es la más reciente y la más dolorosa, pero aquí tenemos a un agente que fue totalmente golpeado y apaleado por un individuo en un cajero; por suerte, no falleció, pero tuvo graves consecuencias para su salud", recuerda.

Otras reivindicaciones

La falta de medios es evidente y la escasez llega a elementos básicos para el día a día de los guardias civiles: "Hay puestos donde son ellos mismos los que se tienen que comprarse los chalecos antibalas porque hay 4 o 5, de determinadas tallas y se tienen que arreglar", cuenta Rocío. Añade que faltan vehículos y que "los medios para enfrentarse a la delincuencia están obsoletos en comparación con cómo está la delincuencia".


También que la profesión sea considerada como de riesgo y que tengan "un respaldo" cuando tengan que utilizar su dotación: "Son juzgados cuando tienen que enfrentarse cuerpo a cuerpo con el delincuente; y a veces, incluso, parecen ellos los delicuentes", denuncia.