Marta Vela, pianista, escritora y docente, realiza un interesante trabajo de investigación el que demuestra la importancia que tuvo la jota durante buena parte del siglo XIX. En 'La jota, aragonesa y cosmopolita. De San Petersburgo a Nueva York', nos descubre como la jota se convirtió en ese momento en representante de la música exótica para el resto de Europa a la que les traía la imagen de una España reconocida por ejemplo en la ópera de Carmen. Viajó por San Petesburgo, Londres, Moscú, Lisboa y mediante una gran variedad de géneros: opera, sinfonía, ballet, música de salón... etc.
Así Vela, nos descubre cómo la jota está presente y es inspiración de grandes compositores como Glinka, Liszt o Mahler. Fue Pauline Viardot-Gacía, famosa cantante de origen español, que con seguridad, debió de conocer a la figura clave de todo esto: Florencio Lahoz, y que la influyó en gran manera. Lahoz, fue un compositor de Alagón que tuvo que viajar a Madrid y allí se quedó encandilando a la Corte. Consiguió que la jota se escuchara en los círculos más selectos y que tuviera un éxito extraordinario, de ahí que inspirara a Debussy, Ravel, Fauré o Satie y por supuesto a la famosísisma Pauline Viardot-García que llevó a la jota, como bandera, por medio mundo.
'La jota, aragonesa y cosmopolita. De San Petersburgo a Nueva York', de la editorial Pregunta, es un extraordinario documento en el que Vela nos revela su larga labor de investigación y que viene, además, a avalar la candidatura de la jota como Bien Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Este martes será presentado en Madrid a las 19,30h y podrá seguirse en streaming a través de este enlace. Un libro lleno de curiosidades, erudición, anécdotas y hallazgos inéditos, narrado de forma amena y precisa.
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