Cura y padre de familia: la historia de Ignacio Álvarez

Sacerdote y padre de familia. Puede sonar chocante pero es la historia del zaragozano Ignacio Álvarez.

Ignacio ha trabajado como ingeniero industrial, se casó con Mari Carmen y tuvieron 5 hijos. Desarrollaron su vida entre Santander y Zaragoza y ahora, tras quedarse viudo, Ignacio ha tomado una de sus decisiones más importantes: servir a Dios como sacerdote. Un importante paso que dio en 2011 y que próximamente se culminará con su ordenación como sacerdote en Zaragoza.

IGNACIO, UNA VIDA DEDICADA A SU FAMILIA Y A LA IGLESIA

Ignacio y su esposa Mari Carmen siempre han participado activamente en la vida religiosa y han estado vinculados al Movimiento Familiar Cristiano. Fueron incluso, presidentes del MFC en Zaragoza y Santander para promover los valores cristianos y humanos de la familia. Mari Carmen fue diagnosticada de cáncer en 2004 y falleció en 2009 en Santander.

Tras enviudar, Ignacio se volcó en la vida religiosa. Encontró refugio en la Biblia y en la Iglesia. Su implicación fue cada vez a más. Su participación en la JMJ de 2011  fue clave para tomar la decisión definitiva de que quería ser sacerdote. Comenzó sus estudios en el seminario de Santander y empezó a desarrollar su labor pastoral en varias parroquias. "Fui llamado por el Señor con una gran fuerza después de la muerte de mi esposa", afirmaba Ignacio en una reciente entrevista realizada en El Espejo de la Iglesia en COPE Aragón por su hija, la periodista Rocío Álvarez. 

Poco después, Ignacio de trasladó a Zaragoza, donde ya vivían casi todos sus hijos, para continuar con su formación. Trabajó en Cáritas o en el Banco de Alimentos, siempre vinculado a la parroquia de Santa Engracia. Posteriormente y desde 2024, Ignacio empezó a desarrollar su labor en la parroquia de Nuestra Señora del Portillo.

"Desde 2022 he vuelto a Zaragoza y estoy feliz por la acogida tan cariñosa que he tenido en la Archidiócesis, en el Seminario... Estoy muy agradecido", asegura Ignacio.

El pasado mes de abril fue ordenado diácono por el Arzobispo de Zaragoza, Don Carlos Escribano, en una ceremonia muy emotiva en la que Ignacio estuvo acompañado de sus hijos y nietos. Ahora, en apenas unos meses, Ignacio será ordenado sacerdote por la Archidiócesis de Zaragoza. 

UNA DECISIÓN ACEPTADA "CON FELICIDAD" POR TODA SU FAMILIA

Una de las cinco hijas de Ignacio es Rocío que nos cuenta que su padre "sintió la llamada del señor al sacerdocio varios años después de enviudar, entonces comenzó su camino de formación y ahora él está feliz y convencido de la decisión tomada".

"Al principio fue impactante, pero estamos muy orgullosos"

Rocío Álvarez

Hija de Ignacio

Aunque la decisión de Ignacio de ser sacerdote supuso un "shock" inicial para su familia, finalmente todos han aceptado este nuevo camino con felicidad y orgullo. "Al principio fue muy impactante porque tienes que cambiar todos tus parámetros. De inicio nos quedamos muy sorprendidos porque es nuestro padre, el marido de nuestra madre... De repente te cuesta asumir esta nueva realidad, pero al final lo piensas y lo asumes con gran felicidad", asegura Rocío.

La alegría y ganas con las que Ignacio afronta esta nueva etapa han sido claves para que su familia también esté viviendo este momento con felicidad. "Lo ves tan contento que al final, te hace feliz a ti también. Hemos seguido todo el proceso de cerca y lo hemos visto tan feliz y tan empeñado en que el Señor le llamaba para ser sacerdote, que al final toda la familia ha terminado viviendo este momento con alegría. Estamos muy orgullosos porque mi padre va a pertenecer a la Iglesia de una forma muy especial", nos cuenta Rocío en COPE.

Ignacio culmina así un camino en el que a lo largo de toda su vida ha sido "un hombre de mucha fe". Por eso, para sus hijos esta es "una experiencia muy bonita, nos nos extraña que el Señor le haya llamado para este nuevo servicio". 

SUS PRIMERAS EXPERIENCIA DESDE DENTRO DE LA IGLESIA

Rocío, una de las hijas de Ignacio, es a su vez conductora del espacio de El Espejo de la Iglesia en COPE Aragón donde hace unos días realizó su entrevista más especial. Rocío entrevistó a Ignacio para conocer un poco más cómo está disfrutando ya de todo lo que puede hacer como diácono y cómo espera con ilusión la labor que próximamente podrá realizar también como sacerdote. 

En los últimos meses ha estado por ejemplo, como voluntario de la peregrinación a Lourdes a la que ya llevaba acudiendo varios años. Esta ha sido la tercera vez que ha estado allí y ha sido de una manera diferente e inolvidable, ya como diácono.

"Lourdes siempre impacta. Como diácono transitorio voy vestido de clérigo, la gente me pide que le bendiga o que bendiga objetos. Participó en celebraciones desde una posición diferente, más cerca del Obispo y más cerca del Señor en la celebración desde un punto de vista litúrgico. Trato con peregrinos y voluntarios de forma muy cercana. Es algo que impresiona", cuenta Ignacio a su hija Rocío en El Espejo de la Iglesia en COPE Aragón.