Tal como explicó COPE Zaragoza este pasado sábado al comenzar la retransmisión del Levante-Real Zaragoza, el Ayuntamiento de la capital aragonesa quiere levantar un estadio prefabricado con capacidad para unos 20.000 espectadores, previsiblemente en la zona del Actur, para que las obras de La Romareda se puedan hacer con mayor celeridad y sin peligro de que se produzcan situaciones inesperadas que complicasen el calendario previsto.

De hecho, con esta fórmula, con la que el Real Zaragoza jugará dos años en esta instalación portátil, se pretende incluso que la Nueva Romareda esté terminada un año antes. En lugar de acabarse la construcción en 2028, sería en 2027. Siempre es más rápida la ejecución de las obras si no se tiene que compatibilizar con la disputa de la competición. Llevar a cabo toda la obra sin dejar de jugar en el estadio probablemente conllevaría contratiempos, esperas y, consecuentemente, retrasos que podrían poner en peligro los plazos inicialmente previstos.

Con el Mundial en el horizonte, se quiere evitar a toda costa cualquier tipo de riesgo en este sentido. Así las cosas, no sólo se evitarían retrasos, sino que se produciría un adelanto en la finalización de la construcción del estadio de hasta incluso un año. Sobre un calendario planificado hasta ahora de cuatro años, si no juega el Real Zaragoza al tiempo que se construye, la instalación podría estar terminada en tres.

Los dos años en los que el Real Zaragoza jugaría en este campo prefabricado serían de 2025 a 2027. Este primer año de las obras de la Nueva Romareda, que van a comenzar este próximo mes de julio, sí que se van a compatiblizar los partidos del club aragonés con los derribos y posterior levantamiento de la zona del Gol Sur. Es el tiempo necesario para que pueda estar disponible en 2025 el estadio portátil. No es que se necesite un año para levantar un campo prefabricado, pero sí lleva su tiempo todo el proceso previo de licitación para ello.

De hecho, la empresa encargada de la construcción de la Nueva Romareda, IDOM, tendría ya entre manos también un proyecto para esta nueva instalación provisional. Lógicamente, será necesario llevar a cabo ese proceso de adjudicación por concurso público, aunque IDOM pueda llevar ventaja en esta carrera por razones obvias al conocer lo que se va a hacer, ya que una obra es consecuencia de la otra.

Este nuevo equipamiento del Actur ya tendría las bendiciones de la Liga de Fútbol Profesional, que es la primera que no quiere contratiempos que puedan afectar a la competición. Y, por otro lado, el Ayuntamiento de Zaragoza quiere que esta instalación sea aprovechada en buena medida en el futuro para formar parte de la Ciudad del Deporte que se pretende crear en nuestra ciudad.