La labor fundamental y silenciosa de la Hermandad de la Sangre de Cristo

Su Hermano Mayor, Ignacio Jiménez, cuenta en La Tarde de COPE cómo se desarrolla esta actividad voluntaria que se remonta hasta el siglo XIII en Zaragoza

Á. MONTANER ZARAGOZA

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 20:46

Seguro que alguna vez has escuchado hablar de la Hermandad de la Sangre de Cristo. Son los organizadores de la Procesión del Santo Entierro en Zaragoza durante el Viernes Santo. Pero su labor se extrapola más allá de la Semana Santa de nuestra ciudad. Lo ha explicado con todo lujo de detalles su Hermano Mayor, Ignacio Jiménez, en La Tarde de COPE a Fernando de Haro.

Son una asociación católica y su origen se remonta a siglos atrás, como explicaba Jiménez: "El origen de la Hermandad de la Sangre de Cristo se remonta al siglo XIII. Parece ser que, en aquel tiempo, hubo una epidemia de peste en Zaragoza y este grupo fue el que se encargó de la recogida de los cadáveres que estaban desamparados en las calles. Los archivos hablan de 1280".

Añade también que "ahora hemos vuelto a nuestros orígenes. Esta ha sido una nueva peste y jamas pensamos en la Hermandas que podríamos vivir esto... Pero hemos vuelto a recoger los cuerpos sin vida de gente con una enfermedad contagiosa y desconocida".

¿CÓMO FUNCIONA LA SANGRE DE CRISTO?

Su organización es escrupulosa y contempla hasta el más mínimo detalle: "A nosotros nos avisa el Juzgado de Guardia. A ellos, la Policía. Normalmente suele haber alguna denuncia y, en el caso de la gente que vive sola, o bien vecinos o bien algún familiar porque no tiene mucho contacto con esta persona y, de vez en cuando habla con ella. Puede ser también del bar de abajo... Y, desgraciadamente, a veces por el olor...".

En su día a día a han encontrado escenas tremendas y sobrecogedoras. "Sí... Además, llevamos ya varios años que lo vamos advirtiendo: muchas personas viven en soledad y, desgraciadamente, viven en soledad. ¿Cómo explicarlo? A veces aparecen familiares que te dicen, 'el otro día hablé con él'... Pero sabes que no, porque esa persona hace mucho que está muerta.... ¿Cómo puedes dejar a un familiar, a un amigo...? No sé si la soledad está cambiando... Desde luego no a mejor".

Además, Jiménez recuerda: "Hay que decir que somos 50 hermanos, en estos momentos 47, y somos todos voluntarios. Tenemos una aportación del ayuntamiento, con dos chóferes y dos camilleros. Hacemos guardia unos 40 hermanos y cada 40 semanas estás 24 horas al día recogiendo cadáveres, pero cada uno tiene su oficio. Algunos pueden por su trabajo y se organiza como puede".

Y hay dos claves en la labor que realizan: "Muchísima discrección y, por supuesto, todo el cariño del mundo a las personas fallecidas. Nuestra labor es el levantamiento del cadaver físicamente. Tenemos que recogerlo, meterlo en el sudario, ponerle el precinto correspondiente. Ahora tenemos un protocolo COVID. Y luego seguimos con los trámites que nos exige la Consejería de Justicia".

LABOR DURANTE LA PANDEMIA

"Desgraciadamente este año hemos recogido muchos cuerpos. Si la media de un año en Zaragoza puede ser de 450, el año pasado (2020) fueron 100 más, más de 550. Nosotros los que contabilizamos son los que el Juzgado de Guardia nos indica que tenemos que ir a recoger y llevar al Instituto Forense de Aragón. Pero es que hay muchísimos más, que hemos recogido, y que han ido directamente al crematorio".

FORMACIÓN

"Nosotros hacemos cursos con Policía, con forenses y con Guardia Civil de cara a que cuando entramos en un asesinato no estropear la escena. Somos medievales, pero estamos actualizados". Un trabajo callado, discreto, pero muy importante para la ciudad de Zaragoza que realiza una labor abnegada para que muchos puedan descansa, definitivamente, en paz.

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