El Arzobispado de Zaragoza busca mecenas para restaurar la Biblioteca del Marqués de Roda

Se trata de fondos muy valiosos que datan del siglo XVIII y que se conservan en la magnífica biblioteca del Seminario de San Carlos Borromeo de la capital aragonesa

Redacción COPE Zaragoza

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“Una joya escondida. La Biblioteca del Marqués de Roda”. Así ha denominado el Arzobispado de Zaragoza, el proyecto de restauración de la biblioteca del Seminario de San Carlos Borromeo donde se conservan los valiosos fondos de la biblioteca personal del Marqués de Roda en el siglo XVIII. Un proyecto que para ver la luz necesita financiación. El coste aproximado de esa restauración serían unos 100.000 euros. Cualquier aportación económica será bienvenida. Puedes informarte sobre cómo hacer tu donativo en la web https://bibliotecamarquesderoda.com/el-proyecto/. Todo el dinero que se reciba irá destinado única y exclusivamente a la contribución de este proyecto cultural de restauración.

Fondos entre los que se encuentran manuscritos, incunables y libros de la Edad Moderna, con importante valor filológico, histórico y artístico. Además, al tratarse de una biblioteca de un particular, incluye gran cantidad de obras de carácter profano, literario y científico. El marqués también donó una serie de estanterías del siglo XVIII realizadas en madera de pino, pintadas en verde y con decoración en oro. Su originalidad reside en que corresponden a un diseño de biblioteca completa.

Por ello, el propósito de este proyecto es obtener la financiación necesaria para poder restaurar este mobiliario, así como proceder al montaje final de la biblioteca para que pueda ser abierta al público y pase a ser una joya descubierta. Desde la delegación de Patrimonio animan a colaborar en este proyecto de restauración con la cantidad que se desee, recordando que las donaciones pueden desgravarse en la declaración de la renta.

Biblioteca Real Seminario de San Carlos

La Biblioteca del Real Seminario de San Carlos de Zaragoza es una de las más ricas de España en fondos antiguos. Don Manuel de Roda, en su testamento donó su magnífica biblioteca al Seminario de San Carlos, con la idea de que sus libros no se vendiesen ni se separasen. El traslado desde Madrid se hizo completo, incluso las librerías de madera, mobiliario de la segunda mitad del siglo XVIII, al estilo de la época, policromados en verde y oro, que se adaptaron a la sala que el Seminario utilizaba como biblioteca.

Los fondos de la donación fueron cuantiosos y magníficos, al tratarse de una biblioteca de un particular incluye gran cantidad de obras de carácter profano, literarias y científicas.

La pieza más importante es el libro de horas, pintado en Brujas, a principios del siglo XVI para el que fue obispo de Palencia don Juan Rodríguez de Fonseca y luego perteneció al papa Inocencio XI. A éste le sigue en importancia otro libro manuscrito de las obras poéticas de Petrarca, ilustrado con miniaturas en la parte correspondiente a los Triunfos y las letras capitales. También es muy curiosa una obra del siglo XVIII, en seis volúmenes: Rariorum plantarum con cientos de reproducciones de flores hechas a la aguada, a todo color. También conserva un extenso conjunto de manuscritos y una serie de 84 incunables, algunos ilustrados con grabados en madera.

Esta biblioteca posee una extensa colección de libros de arte y arqueología antiguos, tratados sobre estas materias de la Antigüedad y el Renacimiento, en magníficas ediciones, colecciones y álbumes de grabados de monumentos, numismática... También obras literarias en delicadas ediciones, ilustradas por los mejores grabadores y dibujantes flamencos, italianos y franceses. Por todo ello, esta biblioteca fue la más rica de su tiempo, además de tener un rico fondo de derecho, filosofía, teología e historia.

En la actualidad urge intervenir, por razones de conservación, principalmente en los muebles que albergan tan ricos ejemplares. Es preciso acometer un trabajo de restauración o en su caso de restitución, de las baldas de las librerías, así como la limpieza de éstas, protección de la pintura y el dorado que las decora y el montaje de estos muebles. Una vez realizados estos trabajos, se debe proceder a una definitiva y cuidada instalación de los libros en estas librerías, que permita el acceso a los investigadores y asegure una correcta conservación de este legado bibliográfico.

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