Descubriendo los cielos de Huesca: Un viaje a la historia aeronáutica

La Ciudadela de Jaca acoge la exposición 'El vuelo sin motor en la provincia de Huesca'

Paola Bandrés

Jaca - Publicado el - Actualizado

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La provincia de Huesca se alza como cuna de la aviación en España, una historia rica y apasionante que ahora se desvela en la exposición recientemente inaugurada en la Ciudadela de Jaca. Hasta el 5 de septiembre, el Salón Panadería acoge una muestra que no solo rememora el pasado, sino que reivindica el espíritu pionero que ha marcado la aeronáutica oscense desde sus albores.  

Los primeros vuelos: Huesca, tierra de visionarios  

La narrativa de la aviación en Huesca es tan fascinante como sorprendente. Luis Ferreira, director del aeródromo de Santa Cilia y comisario de la exposición, lo tiene claro: "la historia aeronáutica de Huesca empezó en 1911". En aquel entonces, un auténtico visionario local, Gregorio Campaña, inscribió su nombre en los anales al convertirse en el tercer piloto de España en vuelo sin motor. Una hazaña comparable, en palabras de Ferreira, a "pretender hoy ir a Marte". Aquellos fueron tiempos de audacia, cuando la conquista del cielo era un desafío monumental.

La década de 1930 marcó un nuevo hito en esta "época fascinante". En 1931, un grupo de entusiastas fundó el Huesca Aero Club. Su presentación oficial tuvo lugar en el extinto aeródromo de Igriés, nada menos que con una etapa de la Vuelta a España organizada por el Real Aeroclub de España. Estos jóvenes pioneros no se detuvieron ahí; entre 1935 y 1936, organizaron las "primeras semanas de vuelo sin motor", atrayendo a "gente de toda España" y sentando las bases de una floreciente actividad que, lamentablemente, se vio truncada por el "desastre de la guerra".

Un legado que perdura: De Monflorite a Santa Cilia  

La exposición no solo mira al pasado, sino que conecta los puntos hasta el presente. Dedica un espacio significativo al 50º aniversario del Aeroclub Nimbus de vuelo sin motor y a la transformación del antiguo aeródromo de Monflorite en el actual aeropuerto Huesca-Pirineos. Este desarrollo subraya la continuidad de un legado que, desde la capital provincial, se ha trasladado y se nutre con pasión en Santa Cilia.

Santa Cilia se ha consolidado como un referente para el vuelo sin motor a nivel europeo. Ferreira destaca un "marco excepcional: todo el Pirineo, de San Sebastián hasta el cabo de Rosas", que atrae a "gente de toda Europa". Sus cálculos son contundentes: "el 60% o 65% del vuelo sin motor del país se hace en Santa Cilia". Este aeródromo es un punto de encuentro para "todo tipo" de aficionados, desde pilotos expertos hasta novatos que se inician con vuelos de bautismo, e incluso "chavales de 14-17 años que acuden a campamentos y en un mes vuelan solos".

La joya de la exposición: Un avión con historia  

La muestra en Jaca, compuesta en gran parte por paneles informativos y fotos en blanco y negro cedidas por la fototeca de la Diputación Provincial y familias de Huesca o Jaca, tiene una pieza central que roba todas las miradas. El Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos (Madrid) ha aportado su objeto 'estrella': un avión primario. Este tipo de aeronave, que comenzó a volar a partir de 1940, fue utilizado por "el 50% de los pilotos entre los años 50 y 80", lo que lo convierte en un "lujo tenerlo aquí".

Durante la apertura de la exposición, la importancia de honrar este legado quedó patente. El coronel Félix Manjón enfatizó la necesidad de "honrar a los hombres y a las mujeres que volaron en aquella época y que hacen que estemos ahora en estas condiciones, cuando gran parte del trabajo lo hacen el avión y las máquinas". Por su parte, el coronel Joaquín Moreno, director de la Ciudadela, se mostró convencido de que "esta exposición va a ser impactante para los visitantes". Al acto inaugural también asistió el alcalde de Jaca, Carlos Serrano, mostrando el respaldo institucional a esta iniciativa que pone en valor la rica historia aeronáutica de Huesca.