"Va en proceso, pero en tres años lo ha hecho poco"
Salvar al soldado Nianzou
Matías Almeyda ha activado un seguimiento especial y meticuloso sobre el central para intentar recuperar la esperanza en su rendimiento. Los técnicos vigilan sus cargas, comida y descanso milimétricamente
Nianzou
Sevilla - Publicado el
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Steven Spielberg revolucionó en su día el cine bélico filmando una de sus obras maestras: Salvar al soldado Ryan. Trataba de la agónica lucha de una compañía norteamericana, ambientada en el desembarco de Normandía, por salvar a un efectivo que había perdido a sus otros hermanos. La orden llegó desde muy arriba y la búsqueda tuvo un final feliz. En esa búsqueda de recuperar a su particular soldado Nianzou anda ahora metido Matías Almeyda.
Los dirigentes, los técnicos y los directores deportivos que han ido pasando lloran por las esquinas al ver enterrado tanto dinero invertido en el central. La mayoría lo ha dado por perdido. Su rendimiento invita al pesimismo. La frustración es explosiva, porque todos piensan que el jugador tiene unas condiciones tremendas, pero las lesiones han frenado su rentabilidad. Almeyda, comprometido y metido en el fango hasta los ojos, se ha propuesto llevar a cabo el último intento.
“Nianzou está haciendo todo lo que hacen todos: jugar y entrenar. Es verdad que lo protegemos en lo físico, por eso lo hemos cambiado pensando en el futuro. Va en ese proceso. En tres años lo ha hecho poco. Queremos tenerlo el mayor número de partidos en la cancha. Beneficia al equipo; estando bien, marca diferencias. Da velocidad, juego aéreo… La idea es tenerlo muchos partidos”, explicaba esta mañana el entrenador argentino.
Los técnicos han elaborado un plan especial y minucioso para lograr recuperar al casi olvidado. Desde el verano están midiendo sus esfuerzos matemáticamente, dosificando sus cargas, organizando su trabajo de gimnasio —que era bastante desorganizado—, vigilando sus comidas, trabajando con él en el plano psicológico para que las molestias no le caigan como una losa… Almeyda ha puesto en marcha un trabajo de vigilancia exhaustivo. Nianzou, si está bien, es el mejor central del equipo sin discusión, pero el problema es que, hasta el momento, no ha podido ni jugar. En Vitoria se vieron brotes verdes en su rendimiento.
¿Será capaz Almeyda de salvar al soldado Nianzou, rodeado por el enemigo de las lesiones y la desesperanza? Sin duda, sería un éxito deportivo y económico. Veremos.