El primer día de Almeyda da miedo

Supongo que Matías Almeyda habrá llegado anestesiado para resistir el primer golpe de realidad, más doloroso que los latigazos de calor que sufrirá en las próximas semanas en la ciudad deportiva. El argentino ha dirigido su primera sesión con un panorama realmente desolador. Apunten: diez canteranos; sin Badé, Lukebakio ni Juanlu; con el lastre de Marcao y Nianzou; y con la desquiciante vuelta de Jordán, Januzaj y Rafa Mir. Si esto no es para darse media vuelta, ya me dirán...

Lo menos estresante de todo es que al fútbol aún le quedan 40 días para volver. Menos mal. Con este panorama, cuanto más se retrase, mejor. Es cierto que aún hay tiempo para adecentar una plantilla que Orta fue incapaz de mejorar, pero también lo es que ya se ha desaprovechado un mes para empezar a arreglar el desastre. Alfon ha sido la única cara nueva.

Mientras el sevillismo ha renovado en masa sus abonos, el club sigue paralizado en las gestiones deportivas, preso de una crisis económica alarmante. “Será un verano para ser pacientes”, dicen desde dentro. “¿Más paciencia?”, se preguntan los aficionados. El trabajo que queda por delante da miedo. Es, básicamente, todo lo que no se ha hecho en las dos últimas temporadas. Qué barbaridad.

Marcao y Nianzou siguen lastrando el límite salarial, y colocar a jugadores caros (sin regalarlos), como Januzaj, Jordán y Rafa Mir, será casi milagroso. Muchos de los movimientos dependerán, posiblemente, de las salidas de Badé, Lukebakio y Juanlu. De momento, los 30 millones que ofreció el Aston Villa por el central han desaparecido; el belga no quiere marcharse al fútbol exótico, y el Nápoles no termina de acercarse a los 20 millones que se exigen por Juanlu.

“¿Dónde están los delanteros?”, suponemos que habrá preguntado Almeyda al saltar al campo. Mire usted, allí están: Isaac Romero, Akor Adams e Iheanacho. Cordón tendrá que inventar algo para reforzar una delantera que Orta convirtió en un circo. Ninguno de sus fichajes arriba ha marcado un gol. En fin…

El próximo martes, el técnico argentino valorará ante la prensa su fichaje, la plantilla y sus primeras impresiones. Será el momento ideal para saber si Almeyda es consciente de la realidad o si el agradecimiento por estar dirigiendo a un club que fue muy grande ya lo ha abducido.

Comienza el juego.