El día en el que una bola de papel de aluminio fue la protagonista de un partido de fútbol de primera división

Este es el sorprendente momento en el una bola de papel de aluminio se convirtió en la protagonista de un partido de fútbol de primera división

Fernando J. Romero

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Era un 7 de octubre del año 1992. Sevilla era ese año, una vez más, el centro del mundo gracias a la Exposición Universal que se celebró en La Cartuja. Pero, también fue centro del universo, en este caso futbolístico, pues el equipo capitalino del Sevilla FC había fichado a la gran estrella del balompié mundial Diego Armando Maradona, ‘el Pelusa’.

Aunque una semana antes había debutado ya con el conjunto nervionense en San Mamés, donde, por cierto, cayó derrotado por 2 a 1 frente a los leones del Athletic de Bilbao, este era su debut en casa y, todos los focos estaban sobre el astro argentino.

LA BOLA DE PAPEL DE ALUMINIO QUE RESTÓ PROTAGONISMO AL PARTIDO

El conjunto sevillista, entrenado por aquel entonces por otro argentino con nombre propio en el fútbol, Carlos Salvador Bilardo, recibía al Real Zaragoza de los Cedrún, Aguado, Brehme, Solana, Belsué, Dario Franco, García SanJuan, Poyet, Nayim, Moisés, Higuera o Pardeza.

El espectáculo deportivo que ofrecieron ambos conjuntos durante todo el partido fue realmente pobre. Lo mejor, sin duda, el resultado para el Sevilla que conseguía ganar con un solitario gol, de penalti. Aunque el tanto será recordado pues fue el primero de Maradona con la elástica del sevillista y por la impecable ejecución del lanzamiento desde los 11 metros.

Maradona con la camiseta del Sevilla FC

Pero ese partido será recordado también por otro detalle, que tuvo como protagonista al Pelusa. Cuanto el tiempo reglamentario se estaba casi agotando, Maradona se dirigía hace el banderín de córner situado a la derecha de la portería defendida por Andoni Cedrún cuando, de repente, el argentino se desentendió del balón.

Fue entonces cuando ocurrió lo que nadie esperaba. Éste levantó con la punta de la bota derecha una bola de papel de aluminio que habían lanzado sobre el césped, dio tres toques de clase con el empeine y con un cuarto toque de espuela la sacó del terreno de juego, ante el asombro de los que habían contemplado la escena que, además, quedó grabada para la posteridad en la televisión con un plazo corto.

Maradona cumplió así su promesa. Dijo que venía al Sevilla a dar espectáculo y así lo hizo desde el primer momento, con la magia que tenía en sus botas y su particularísima personalidad.

El día en el que una bola de papel de aluminio fue la protagonista de un partido de fútbol de Primera División

LA CONTROVERTIDA LLEGA DE MARADONA AL SEVILLA

El astro argentino llegó al Sevilla por la insistencia en su fichaje del míster, Bilardo, aunque tuvo que esperar para debutar a consecuencia de la suspensión de 15 meses por parte de la FIFA que pesaba sobre él, motivada a raíz de su detención en Argentina por la policía, en una operación realizada en su domicilio, donde fue hallado, junto con otras dos personas, en posesión de sustancias estupefacientes.

En total Maradona disputó con el Sevilla un total de 29 partidos, en los que marcó 6 goles y dio 9 asistencias. El conjunto nervionense acabó la Liga en séptima posición con 43 puntos, a 15 del campeón, el FC Barcelona.

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