Juicio al guía turístico: La Policía testifica que las víctimas "eran casi niñas" y él "las emborrachaba"
La Audiencia Nacional inicia este lunes el juicio contra un guía turístico sevillano acusado de tres presuntos delitos de agresión sexual sobre estudiantes estadounidenses en viajes a Marruecos y Portugal. Las agentes de la Policía Nacional que investigan el caso declaran que se ganaba su "confianza" antes de proponer "juegos de connotación sexual"
Juicio al guía turístico: La Policía testifica que las víctimas "eran casi niñas" y él "las emborrachaba"
Sevilla - Publicado el
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La Fiscalía reclama nueve años de prisión para un varón a juzgar desde este lunes en la Audiencia Nacional, acusado de tres presuntos delitos de agresión sexual, cometidos como guía turístico sevillano que en sendos viajes a Marruecos y Portugal habría "sodomizado" presuntamente a una turista estadounidense y abusado sexualmente de otras dos compatriotas de la primera.
Los hechos se remontan al otoño de 2013 cuando una de las víctimas, estadounidense, estaba cursando un programa de estudios en España, con la idea de visitar el norte de Marruecos. Contrataron el viaje a través de la web del acusado, que era el guía principal. Fue en un hotel de Tánger, la última noche antes de volver, cuando invitó a la víctima y sus compañeras de habitación a champán. Según la Fiscalía, allí el procesado quiso jugar a 'verdad o atrevimiento' y les invitó a quitarse sus camisetas, algo que ellas rechazaron.
El inculpado "promovió que bebieran más de la cuenta" y a un momento dado la víctima fue abordada en el baño donde la agredió sexualmente, ya que la joven se despertó con el convencimiento de haber sido drogada y sodomizada por el dolor que sentía en partes de su cuerpo.
Fue a principios de 2018 en unas jornadas en la Universidad de Florida, cuando esta chica menciona lo sucedido en su viaje a Marruecos en 2013, dos de las asistentes relataron que en un viaje similar en 2017 les ocurrió lo mismo.
En concreto, y siempre según la Fiscalía, estas dos otras jóvenes alumnas americanas del Centro Florida State University de Valencia viajaron del 26 al 28 de mayo de 2017 a Lagos (Portugal) con la empresa del acusado, quien la madrugada del 28 de mayo "les obsequió con tiques de bebidas en un bar y les animó a asistir a una fiesta en su habitación" de hotel; donde "les preguntó si se podía poner más cómodo, quitándose los pantalones, quedándose en ropa interior".
"El procesado les comenzó a preguntar sobre sus experiencias sexuales y les preguntó, como si fuera un reto, si besaban a su guía turístico. Ambas lo besaron en la mejilla y ante su insistencia, le dieron un beso superficial en los labios", incluye el relato de la Fiscalía, agregando que el inculpado les "propuso un baile más sexual, encima de él, a lo que ambas se negaron"; como también se negaron a su petición de que "se quitaran los pantalones".
Pese a ello, según la Fiscalía, el inculpado, "con ánimo libidinoso, sujetó presuntamente a una de ellas de su mano derecha y a otra de la izquierda, inmovilizándolas en un rincón de la habitación" y, mientras ellas intentaban zafarse y manifestaban que querían marcharse, él aludía que se "había puesto a tono"; reclamando a una de las chicas "que le diera un beso, besándola y cogiendo la mano que le sujetaba" para posarla sobre sus genitales.
"SIMILITUD" DE HECHOS Y PERFILES
Con relación a ello, en este primer día del juicio han testificado varias agentes de la Policía Nacional encargadas de investigar el asunto, entre ellas la jefa operativa de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), quienes han destacado que las denunciantes del caso aluden a hechos "similares en un porcentaje muy alto", coincidiendo además en su perfil de jóvenes "estudiantes americanas" que estaban finalizando su periodo académico en España.
Aunque eran mayores de edad, según ha precisado la jefa de la UFAM, "eran jóvenes, casi niñas en un país extranjero" y el acusado, como promotor de los viajes y guía turístico, "era mayor que ellas, se erigía como protector, les ofrecía seguridad y ellas confiaban" en él.
Una vez el acusado se ganaba "la confianza" de las chicas, según la jefa de la UFAM, el inculpado "se encargaba de que no les faltara una copa de lo que fuera" y propiciaba que bebiesen más alcohol "de la cuenta". "Solían beber gratis. Él se encargaba de pedirles las copas, de facilitarles la bebida" y de "facilitarles el camino" hacia el estado de embriaguez, ha dicho esta investigadora; rememorando que la primera denunciante manifestó que el inculpado "podría haberle echado algo en la bebida".
Otra de las investigadoras ha dicho que el inculpado promovía desde su empresa "un turismo barato, fomentando las salidas" nocturnas y el "abuso de alcohol", alzándose como "líder" al superar en unos diez años la edad de las jóvenes, que rondaban los 20 años.
El Ministerio Público atribuye al guía turístico acusado un presunto delito de agresión sexual, de violación, y dos supuestos delitos de abusos sexuales, actualmente tres delitos de agresión sexual de diferente tipificación; reclamando para él un total de nueve años de prisión, seis años de prohibición de acercarse a la primera víctima o comunicarse con ella, un año de la misma prohibición con relación a cada una de las dos víctimas posteriores y ocho años de inhabilitación para la profesión de guía turístico; así como que indemnice con 40.000 euros a la primera víctima y con 1.500 euros a cada una de las dos restantes.
La acusación particular ejercida por las víctimas esgrime la misma tipificación penal, pero reclama para el inculpado un total de 23 años de prisión, así como una indemnización de 600.000 euros para la primera joven y de 150.000 euros cada una de las dos siguientes.