CSIF denuncia la agresión sexual a una psicóloga en la prisión Sevilla II y exige el traslado urgente del interno reincidente

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la agresión sexual sufrida por una psicóloga en la prisión Sevilla II, en Morón de la Frontera, a manos de un interno reincidente, y reclama medidas urgentes para reforzar la seguridad del personal penitenciario.

Redacción COPE Sevilla

Sevilla - Publicado el - Actualizado

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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado este lunes la agresión sexual sufrida por una psicóloga en el Centro Penitenciario Sevilla II, ubicado en Morón de la Frontera (Sevilla), a manos de un interno reincidente con antecedentes violentos y doce ingresos previos en prisión.

Según ha informado el sindicato en una nota, el interno posee un “largo historial conflictivo” y características especiales de comportamiento. Durante una entrevista con la profesional, el interno la tocó por todo el cuerpo y trató de coaccionarla para evitar que solicitase ayuda, lo que ha provocado la exigencia de su traslado urgente a otro centro penitenciario.

CSIF ha expresado su “extrema preocupación” ante el empeoramiento de la situación en las prisiones, denunciando los altos índices de masificación, la escasez de personal y el incremento de agresiones a trabajadores penitenciarios. Además, ha criticado el “buenismo” de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que a su juicio prioriza la reinserción del recluso frente a la seguridad de los trabajadores. “No podemos quedar en entredicho ni permitir que se cuestione la profesionalidad de quienes ejercemos nuestra labor en condiciones tan complicadas”, ha señalado el sindicato.

El sindicato ha mostrado su solidaridad con la psicóloga agredida y ha anunciado que le ofrecerá acompañamiento psicológico y jurídico. Asimismo, ha reclamado la implementación urgente de protocolos de seguridad, además de medidas más restrictivas para internos peligrosos y el reconocimiento del personal penitenciario como agentes de la autoridad, lo que implicaría una mayor protección legal frente a agresiones.

CSIF ha insistido en que, aunque el personal penitenciario asume riesgos inherentes a su trabajo, “no se puede normalizar que este tipo de situaciones sucedan ni considerar que forman parte de la rutina laboral”. En este sentido, exigen responsabilidades y medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los profesionales en los centros penitenciarios.

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