GASTRONOMÍA
Los cuatro fallos que cometes cuando intentas cortar jamón y cómo hacerlo correctamente
Cortar un jamón no es tarea fácil aunque evitando algunos fallos y con buen material y práctica podemos conseguir unos excelentes resultados
Los cuatro fallos que cometes cuando intentas cortar jamón y cómo hacerlo correctamente
Sevilla - Publicado el
3 min lectura
En estas fechas Navideñas la mayoría de las casas españolas se llenan de jamones. Son momentos en los que es más habitual disponer de este delicioso producto en casa y agasajar con él a nuestros invitados.
También suele ser uno de los regalos que incluyen las empresas en las cestas de Navidad de sus empleados o un presente a colaboradores y familiares.
Pero claro, a veces recibir un jamón como regalo o comprarlo por piezas y sin cortar es un problema.
Y lo es porque vérselas después con el jamón y ser capaz de abrirlo y cortarlo se hace un poco cuesta arriba para las manos inexpertas.
Así que estas son las claves para afrontar el corte del jamón sin caer en los fallos habituales.
Cuando quieras cortar un jamón y aprovecharlo al máximo o hacerlo según los cánones clásicos, lo primero que debes tener claro es que necesitas tres herramientas básicas: un soporte estable para el jamón ibérico, un cuchillo jamonero y un cuchillo firme y con punta para retirar la grasa. Como apuntan desde la firma “Corsevilla” es importante diferenciar el uso de estos cuchillos porque, como en casi todo, usando las mejores herramientas conseguirás el mejor resultado
Una vez que tenemos el jamón en casa y antes de empezar a cortar debemos colocarlo en el jamonero. ¿Pero cómo lo hacermos, pezuña arriba o pezuña abajo?
En principio dicen los expertos que el jamón se empieza siempre por la maza, que es la parte más grande y jugosa. Para ello debe colocarse con la pezuña mirando hacia arriba.
Pero hay matices. Quienes más saben de esto también apuntan a que todo depende de cuánto tiempo tardes en consumirlo.
Si lo vas a gastar en pocos días, pezuña arriba. Si vas tardar semanas en consumirlo, pezuña abajo.
Y es que lo suyo es comer la parte más curada del jamón (zona de la babilla) antes de que pueda secarse más. Si lo colocas con la pezuña arriba y luego no lo consumes tan pronto como pensabas, puede secarse más de la cuenta. Aunque ahí siempre te quedará la opción de usarlo para cocinar, en revueltos, sopas, etc.
Contar con un buen cuchillo jamonero bien afilado, flexible y estrecho, y con un jamonero que sirva tanto de apoyo para la pieza como para la posterior reserva del mismo es fundamental. Sólo así podrás realizar cortes limpios y necesarios para ir preparando nuestra pieza y llegar a todos los rincones. Habrá que realizar un corte recto, manteniendo la dirección del corte uniforme.
La carne más cercana al hueso la cortamos en forma de tacos.
Estos nos servirán para darle un gusto especial a nuestros guisos. Además el hueso de la paleta nos servirá para condimentar los caldos.
Cuando empiezas a cortar el jamón o a abrirlo, lo primero que retiras es el tocino que lo recubre. Aunque te parezca que estos recortes no sirven para nada ten en cuenta que son un excelente envoltorio, o mejor dicho una excelente tapa para cubrir la pieza de jamón y conservarlo mejor, manteniendo su humedad y evitando que se seque.
La mejor forma de presentar el jamón es en lonchas muy finas para saborear el jugo del sabor a ibérico. Es conveniente templar el plato en el que pondrás el jamón con el fin de que las lonchas se adapten a la temperatura y muestren sus propiedades organolépticas.
Después para mantenerlo la mejor manera es colocarlo en un lugar fresco y seco, alejado del sol directo y mantenerlo tapado con el tocino que vamos retirando y que nos sirve de tapa.
Para elegir tu jamón observa su etiqueta
El jamón ibérico se clasifica en cuatro categorías según su producción.
Estas cuatro etiquetas son: