Monseñor Jesús Catalá se despide tras 17 años como obispo de Málaga: “Esto se ha hecho realidad, gracias a Dios y a todos vosotros. ¡Muchas gracias!”
La Catedral de Málaga ha acogido una misa en la que Jesús Catalá agradeció el cariño recibido en este tiempo y dedicó unas palabras a su sucesor, monseñor José Antonio Satué
Monseñor Jesús Catalá se despide tras 17 años como obispo de Málaga: “Esto se ha hecho realidad, gracias a Dios y a todos vosotros. ¡Muchas gracias!”
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Después de 17 años al frente de la Diócesis de Málaga y Melilla, monseñor Jesús Catalá se ha despedido en una Misa de Acción de Gracias, celebrada en la Catedral de Málaga.
En el contexto de la novena a Santa María de la Victoria, patrona de Málaga y su Diócesis, y en el 150 aniversario de la hermandad, a quien ha felicitado por la efeméride, Jesús Catalá ha comenzado y terminado su homilía haciendo referencia a la Madre de Dios, pidiéndole “que siga acompañándonos en esta nueva etapa”.
INMIGRANTES Y NECESITADOs
Monseñor Catalá ha repasado la historia de su episcopado recordando que su primera sede titular, Urusi (nombramiento que recibió en 1996 junto al de obispo auxiliar de Valencia), quedó extinguida en el siglo IV, en el Norte de África, en la actual Túnez; y su última sede ha sido Málaga, que tiene un territorio en el Norte de África (Melilla): “Este gesto cariñoso del Señor ha marcado en cierto sentido mi ministerio, viendo en los inmigrantes y en los más necesitados, principalmente, la presencia del Señor”.
El prelado elevó una oración de alabanza por los 17 años de episcopado en Málaga: “Os he invitado a esta celebración para que deis gracias a Dios conmigo, por todo lo que me ha concedido; de modo especial por vosotros y por las personas que he encontrado en estos años; porque habéis sido el mejor regalo del Señor”.
Momento de la misa de Acción de Gracias en la catedral
AGRADECIMIENTOS
En el capítulo de agradecimientos, además de dirigirse a sus más estrechos colaboradores, sacerdotes, y seglares, quiso agradecer especialmente “a los representantes de las diversas instituciones sociales, culturales y políticas, con quienes hemos mantenido una buena y sana colaboración en el respeto mutuo. Muchos proyectos culturales, arquitectónicos y pastorales hemos podido realizar, gracias a vuestra colaboración y aprecio por la Iglesia. El último proyecto importante es el tejado de nuestra Catedral; seremos la generación que tuvo la valentía de afrontar este gran reto. ¡Muchas gracias a todos!”.
Jesús Catalá ha tenido también palabras de agradecimiento a sus predecesores en la sede malacitana y, con respecto al obispo electo, Monseñor José Antonio Satué, pidió a los fieles “que lo acojan con filial amor” pues “viene en nombre del Señor a dirigir la iglesia particular de Málaga”.
PETICIÓN DE PERDÓN
Jesús Catalá, también ha tenido la oportunidad de pedir disculpas: “Todos estamos necesitados, y un servidor, el primero, de pedir perdón al Señor por nuestros pecados; por nuestra falta de testimonio, por no haberle amado con todo el corazón (cf. Dt 6, 5); por habernos alejado de él. Deseo pediros perdón por mis negligencias y faltas de caridad hacia cada uno de vosotros”.
Finalmente, recordó que en su homilía de inicio de pontificado en Málaga, parafraseando una canción de esta tierra, dijo: “¡Málaga, querida, qué bonitos ojos tienes!; ¡déjame que te contemple!; ¡permíteme que te acompañe y concédeme poder amarte!”. Diecisiete años después “esto se ha hecho realidad, gracias a Dios y a todos vosotros. ¡Muchas gracias!”.
Misa de Acción de Gracias
AGRADECIMIENTO DEL VICARIO GENERAL
Al finalizar la Eucaristía, el vicario general, Antonio Coronado, en nombre de la Diócesis de Málaga, dedicó unas palabras de agradecimiento a Mons. Catalá por sus 17 años entre nosotros: “Hoy, la diócesis entera quiere expresarle con una palabra muy sencilla y sincera que repetimos muchas veces como una señal de cortesía, pero que en estos momentos brota desde lo más profundo del corazón: gracias. Gracias por su cercanía, por haber compartido con nosotros el camino de la vida, con sus alegrías y cruces, con sus ilusiones, sus proyectos y sus desafíos. Gracias por haber estado presente en esos momentos de gozo y también en los de dolor, acompañando siempre como padre y pastor. Gracias por haber amado profundamente a esta diócesis, a sus parroquias, sacerdotes, diáconos, congregaciones religiosas, asociaciones, movimientos, cofradías, familias... Gracias por haber gastado su vida por esta diócesis, dando luz como una vela que alumbra al mismo tiempo que se consume. Gracias por todos y cada uno de estos años que han sido testimonio de fidelidad, de entrega callada y silenciosa, y de amor a esta tierra malagueña y a esta Iglesia particular”.
CARIÑO A LA IGLESIA Y AL OBISPO
Antes de la bendición final, y en respuesta a las palabras del vicario general, monseñor Catalá recordó uno de los momentos en los que más de cerca sintió el aprecio de la diócesis, su hospitalización: “Tengo que deciros a todos que estoy aquí porque el Señor ha querido y porque ha escuchado vuestra oración, porque toda Málaga y muchas diócesis de España estaban rezando para que el Señor no me llevara” y finalizó con un agradecimiento porque “me habéis manifestado el cariño que tenéis a la Iglesia y a vuestro obispo”.