La brutal agresión a un menor en Huelva le hace plantearse dejar el fútbol
El joven, que ni siquiera jugó el partido por estar lesionado, fue atacado por un adulto cuando defendía a un compañero tras el pitido final
Huelva - Publicado el - Actualizado
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La indignación por la agresión sufrida por un menor de 13 años el pasado domingo en un partido de fútbol base en Huelva no para de crecer. El joven, jugador del Punta del Caimán, recibió un puñetazo en el ojo por parte de un aficionado del equipo rival que saltó desde la grada al terminar el encuentro, a pesar de que el menor no había jugado ni un minuto por estar lesionado.
Así ocurrió la agresión
Según ha relatado Hanza, hermano de la víctima, los hechos se desencadenaron cuando varios jugadores del equipo local increparon al portero visitante. El menor agredido, que solo intentaba mediar para defender a su compañero, fue golpeado sin mediar palabra por un hombre de unos veinte años. “Mi hermano fue a defender a su portero y, de repente, vino una persona y sin decirle nada le dio un puñetazo en el ojo derecho”, ha explicado Hanza.
Tras el puñetazo, el agresor huyó del lugar, quitándose la sudadera que vestía para dificultar su identificación, según el relato familiar. La familia ya ha presentado la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, aportando el parte de lesiones emitido en urgencias y un vídeo que registró lo sucedido. La familia insiste en que “alguien del propio club local debe saber quién es” y pide que se le identifique.
Miedo a volver a jugar
Más allá del daño físico, la familia denuncia las secuelas psicológicas que afronta el joven. El menor está profundamente afectado y, según su hermano, el miedo ha provocado que se plantee abandonar el deporte. “Se ha planteado dejar el fútbol. Tiene miedo y prefiere no volver a jugar”, explica Hanza.
Tiene miedo y prefiere no volver a jugar"
Este caso ha reabierto el debate sobre la violencia en el fútbol formativo, un problema que preocupa a familias, entrenadores y clubes. La familia del menor reclama medidas urgentes para evitar que estos episodios se repitan en las categorías infantiles y asegurar que los campos sean espacios seguros.
Preocupación en el deporte base
A un partido de menores se va a animar, no a intimidar"
“En un partido de menores se va a animar, no a intimidar ni mucho menos a pegar a un niño”, recuerda Hanza, que pide mayor control y firmeza ante comportamientos violentos. Mientras la investigación avanza, el joven futbolista se recupera e intenta decidir si volverá al deporte que le apasiona.