Francisco, es un Papa muy cercano a las personas. En las dos imágenes ilustrativas lo podemos contemplar. 
En una de ellas, lo vemos con un niño en brazo, recién nacido, hablando con una enfermera. En su visita al hospital, el Papa reconoció la labor de los sanitarios. 
La profesión de enfermería, afirmó: “forma parte de nuestra “santa clase media”, por su entrega al cuidado y la atención de los enfermos”, con un trabajo digno, cargado de amor y cariño”
Lleva razón el Pontífice. ¿Quién no ha visto o experimentado el trabajo riguroso de un profesional de la enfermeria...?
La otra foto es del domingo pasado: Francisco celebró la Jornada Mundial de los Pobres. Instituida por él mismo. 

“Dios es su única esperanza”

El Papa, como en él es habitual, se mostró muy cerca de sus 1.500 invitados especiales, saludándoles y mirándoles a los ojos. 
Escuchando sus historias y compartiendo un almuerzo sobrio que, sin embargo, a ellos les habrá parecido propio de príncipes.
Nadie mejor que él conoce el Salmo: “Levanta del polvo al desvalido. Alza de la basura al pobre. Para sentarlo con los principes de su pueblo”. 
Para el Papa: “luchar contra la pobreza no puede ser sólo un sentimiento piadoso o una estrategia de un partido político...”
Podríamos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra actitud ante los desfavorecidos, descartados y excluidos de la sociedad?. 
Decía Francisco- “Dios es el derecho más fundamental para los pobres. Es su única esperanza...”.  ¡BUENOS DÍAS!