La noche en la que Montalbán de Córdoba se rinde a su Señor del Calvario

En Montalbán de Córdoba, cada noche del 5 al 6 de agosto, el silencio de la madrugada se rompe con el eco de los pasos de cientos de peregrinos que avanzan, con fe y promesa, hacia las plantas de Nuestro Padre Jesús del Calvario. Es una cita marcada en rojo en el calendario devocional de la localidad y de toda la comarca, un encuentro que trasciende generaciones y distancias.

Llegan desde pueblos cercanos como La Rambla o La Victoria, pero también desde mucho más lejos, como la Cañada del Rabadán o Villa del Río. Algunos completan el camino a pie, en grupos o en soledad, iluminados por faroles, linternas o la propia luz de la luna. Otros lo hacen en silencio, en oración íntima, mientras que para muchos es una oportunidad para caminar acompañados, compartiendo historias y emociones.

Isabel María Sillero, hermana mayor de la hermandad, atiende a COPE para explicar lo que significa esta noche para el pueblo:  “Es una vivencia que no se puede describir con palabras. Quien lo ha sentido, sabe que no es solo una tradición: es un encuentro con el Señor, con nuestras raíces y con nuestra gente”.

La imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario, de inconfundible mirada serena y manos abiertas al consuelo, recibe a los fieles en su ermita. Allí, las lágrimas, las oraciones y el silencio se mezclan en un ambiente de profunda devoción. Muchos peregrinos esperan en fila para acercarse a su altar, tocar el manto o dejar flores, agradeciendo favores o pidiendo fuerza para afrontar los momentos difíciles.

La Hermandad cuida con mimo cada detalle de esta cita, que año tras año mantiene viva una de las tradiciones más queridas de Montalbán. Una devoción que no entiende de distancias ni de horarios, y que convierte la madrugada en un auténtico acto de fe colectiva.

Puedes escuchar la entrevista íntegra con Isabel María Sillero en el enlace superior.