La Iglesia de la Merced celebra la bendición de su retablo mayor tras décadas de restauración y esfuerzo colectivo

La incorporación de estas imágenes devuelve al conjunto su armonía original y dota al templo de un renovado sentido espiritual y artístico

Bendición del retablo Iglesia de la Merced

Fran Durán

Córdoba - Publicado el

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El retablo mayor de la Iglesia de la Merced volvió ayer a brillar con todo su esplendor barroco en un acto cargado de emoción y simbolismo. La ceremonia, que tuvo lugar en la tarde del miércoles, estuvo presidida por el máximo responsable de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, y contó con la solemnidad de la eucaristía oficiada por el obispo de Córdoba, Jesús Fernández. 

El acto congregó a numerosos asistentes que quisieron ser testigos de un momento histórico para la ciudad, en el que se ponía fin a un largo proceso de restauración que ha durado décadas. El presidente de la institución provincial, visiblemente emocionado, agradeció la presencia de todos y recordó la trascendencia de la jornada. “Este día supone la culminación de un proceso que comenzó hace ya muchos años y que nos permite volver a disfrutar de este elemento central de la Iglesia de la Merced en todo su esplendor barroco”, señaló.

Fuentes explicó que, más allá de la recuperación artística, la restauración del retablo mayor representa un símbolo de constancia y unión. “Cerramos así un capítulo, pero abrimos otro en el que triunfa la perseverancia de un pueblo y su fe por recuperar esta parte esencial de su historia”, apuntó. La ceremonia estuvo acompañada por la música del Coro de Cámara de la Catedral de Córdoba, dirigido por Clemente Mata, que aportó un tono aún más solemne y memorable al momento.

El presidente quiso también rememorar los difíciles comienzos de este camino de recuperación. Recordó que la madrugada del 29 de enero de 1978 marcó un antes y un después para la Iglesia de la Merced, cuando un devastador incendio dañó gravemente el retablo. Aquel acontecimiento, lejos de suponer un final, abrió un proceso singular de reconstrucción en el que la sociedad cordobesa jugó un papel protagonista.

Fruto de aquel compromiso nació la Escuela Taller La Merced, un espacio de formación y trabajo que, bajo la dirección del maestro restaurador Eduardo Corona, asumió el reto titánico de recomponer pieza a pieza la obra. Más de 300 jóvenes se formaron en este proyecto, contribuyendo con su esfuerzo a devolver la vida al retablo y, al mismo tiempo, iniciando carreras artísticas que se proyectaron más allá del propio taller.

“Este proyecto no solo restauró un retablo, sino que también sembró vocaciones, un semillero de artistas que aún hoy sigue dando frutos”, resaltó Fuentes. Como ejemplo citó al escultor e imaginero José Antonio Cabello, que participó en la Escuela Taller y que, años después, ha sido el encargado de realizar la imagen de San Lorenzo, ya ubicada en el retablo, así como la majestuosa talla de San Antonio Abad, bendecida en esta misma ceremonia.

La incorporación de estas imágenes devuelve al conjunto su armonía original y dota al templo de un renovado sentido espiritual y artístico. La figura de San Antonio Abad, en particular, fue acogida con especial devoción por los presentes, consciente de la relevancia que tiene dentro de la tradición cristiana.

Fuentes quiso subrayar que la bendición del retablo no debe entenderse solo como un punto final, sino como un paso más en la construcción de un futuro que reconoce el valor del pasado. “Con este acto, la Diputación de Córdoba reafirma su compromiso con la historia, la cultura y el patrimonio de nuestra provincia. Porque cuidar nuestro patrimonio no es mirar al pasado, es construir futuro”, concluyó.

La jornada en la Iglesia de la Merced no solo sirvió para celebrar la restauración de una obra de arte de gran valor, sino también para rendir homenaje a quienes dedicaron tiempo, esfuerzo y talento a que el retablo mayor pudiera volver a ocupar el lugar que le corresponde. Con esta bendición, la memoria colectiva de Córdoba se enriquece y se asegura la transmisión de un legado que seguirá inspirando a generaciones venideras.

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