Un Domingo de Ramos entre la incertidumbre y la fe
La lluvia no hizo acto de presencia y todas las hermandades pudieron realizar estación de penitencia
Entrada Triunfal
Córdoba - Publicado el
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La Semana Santa de Córdoba se puso en marcha este Domingo de Ramos, y COPE estuvo ahí, acompañando a traves de la radio desde las 19:00 hasta las 23:30 horas con Córdoba Penitente, un espacio que llevó a los oyentes la emoción, la música, las voces y los aromas de una jornada marcada por la incertidumbre meteorológica pero también por la determinación de las hermandades y la pasión del pueblo.
El día comenzó, como se esperaba, con la Hermandad de la Entrada Triunfal abriendo las puertas de San Lorenzo en una mañana nublada pero sin lluvia. Niños hebreos, madres con túnicas, familias enteras acompañaban al Señor de los Reyes en su camino a la Catedral. El sol parecía querer asomar y la música de Caído Fuensanta y Dos Torres ponía la banda sonora a un arranque esperanzador. Sin embargo, el tiempo tenía otros planes.
Fue al poco de comenzar el discurrir del palio de la Virgen de la Palma por Santa María de Gracia cuando comenzaron a caer las primeras gotas. Lo que parecía una leve llovizna se convirtió en un aguacero inesperado que aceleró el regreso a San Lorenzo. Afortunadamente, la Virgen ya estaba muy cerca, y con elegancia y premura logró resguardarse entre aplausos y oraciones. La tarde se nublaba, literalmente, y en los grupos de WhatsApp, redes sociales y tertulias improvisadas cundía la duda: ¿se suspendería todo?
Pero la Semana Santa cordobesa tiene mucho de fe y también de paciencia. Minutos después, la Hermandad del Rescatado anunciaba oficialmente que esperaba su media hora reglamentaria.
Ntro. P. Jesús Nazareno Rescatado
La esperanza de retomar la jornada se avivaba, y finalmente, cuando el cielo dio una tregua, el Señor del Alpargate se puso en la calle. Aplausos, emoción y una plaza llena fueron el mejor marco para su salida, más de una hora después de lo previsto.
María Santísima de la Amargura
Desde ese momento, como piezas de un puzle que se recompone, el resto de cofradías fueron saliendo, reorganizando horarios y ajustando recorridos. La Hermandad de la Vera Cruz, por ejemplo, se adelantó en la carrera oficial, entrando en segundo lugar, justo detrás del Rescatado. Fue la primera vez que esta cofradía cruzaba el recorrido común en la tarde del Domingo de Ramos, y lo hizo con sobriedad y belleza, aportando su propio estreno a una jornada ya inolvidable.
Las Penas de Santiago también tomó la decisión de salir, y lo hizo con ese sello de sobriedad que la caracteriza. Desde San Andrés, la Hermandad de la Esperanza fue un verdadero espectáculo de luz y emoción. La saeta sonó para el Señor de las Penas, mientras la Virgen de la Esperanza lucía con esplendor su nuevo bordado en la bambalina y su exorno floral en blanco inmaculado. El gentío en San Pablo no podía más que rendirse ante Ella.
María Santísima de la Concepción
En San Francisco, la normalidad también se abría paso. La Oración en el Huerto se ponía en la calle con fuerza, seguida del Señor Amarrado a la Columna y la Virgen de la Candelaria, cuyo palio se mostraba completamente terminado. Por otro lado, desde el Campo de la Verdad, la Hermandad del Amor recorría su barrio con ese vínculo único con su gente. El Silencio ante Herodes caminaba solemne, y poco después el Cristo del Amor y la Virgen de la Encarnación cruzaban por fin su querido Cerro.
A lo largo de la tarde, COPE llevó todo esto a sus oyentes con conexiones en directo, testimonios, análisis y sonidos de la calle. Porque aunque hubo momentos de confusión, y las nubes amenazaron con oscurecerlo todo, el espíritu cofrade se impuso una vez más. La pasión por las hermandades, la fuerza del costalero, la emoción del nazareno, la mirada emocionada de un niño o la lágrima silenciosa de un devoto a pie de acera: todo eso se vivió y se contó en Córdoba Penitente.
La jornada concluyó con la carrera oficial cerrándose con la Hermandad del Huerto. Para entonces, las calles se habían llenado de nuevo, las marchas sonaban con fuerza y el recuerdo del aguacero era solo una anécdota más en la historia de un Domingo de Ramos que empezó con dudas y acabó, como siempre, con fe.
Desde COPE, seguiremos contando y sintiendo cada paso, cada chicotá y cada emoción de una Semana Santa que, pese a los imprevistos, sigue latiendo con fuerza en el corazón de Córdoba.