Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, celebra su vocación en COPE en los días previos a Navidad
El próximo 22 de diciembre, se cumplen 50 años de su ordenación sacerdotal
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Como cada año en las vísperas navideñas, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, visitó los estudios de COPE para realizar un balance del año, compartir reflexiones sobre su vida sacerdotal y transmitir un mensaje cercano en una de las épocas más especiales del calendario cristiano. Este año, la visita tiene un significado especial, ya que el obispo celebra sus 50 años como sacerdote, una trayectoria marcada por el servicio, la fe y el compromiso con los más necesitados.
La gratitud por medio siglo de sacerdocio
El obispo comenzó la conversación expresando su profunda gratitud por haber sido llamado al sacerdocio, una vocación que definió como “un regalo inmerecido”.
Momento de la entrevista
Aunque sintió una conexión especial con la fe desde joven, no fue un camino exento de dudas. “La vocación no llega de un día para otro", explicó. A lo largo de sus cinco décadas de sacerdocio, Demetrio Fernández ha desempeñado roles clave dentro de la Iglesia, desde profesor en seminarios hasta rector y, finalmente, obispo.
Lecciones desde la enfermedad y el dolor
En los primeros minutos de la entrevista, el obispo compartió cómo una enfermedad lo dejó postrado durante un año, cuando tenía 33 años y llevaba nueve de sacerdote, una experiencia que definió como transformadora. “Cuando estás en el lecho del dolor, entiendes de manera profunda lo que significa la fragilidad humana”, confesó. Esa etapa marcó su visión pastoral, especialmente en el trato con los enfermos y los desvalidos. “En el conjunto de toda mi vida, aquel momento en el que vi la muerte a mi lado, me tocó fuertemente. Fue decisivo y me lanzó con nuevas energías, con nuevo talante y cercanía al mundo del sufrimiento. Eso me hizo sensible a aquellas personas que sufren".
Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
Esta experiencia también reforzó su misión de llevar consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan. Una de las tradiciones más significativas de su labor pastoral es la visita anual a la prisión provincial de Córdoba en la tarde de Nochebuena, donde celebra la Eucaristía con los presos. “Cuando llego les pregunto qué petición le hacemos al Niño de Belén, y todos responden a la vez una palabra, un sentimiento, la libertad. En la privación de la libertad física , muchos descubren que han ganado en libertad interior, que a veces no la cultivamos. Para ellos, y para mí, es un momento de encuentro con Dios y con la esperanza. Nadie está olvidado, y todos tienen derecho a redimirse”, aseguró, destacando que estas visitas no solo tocan el corazón de los internos, sino también el suyo propio.
VIDA PASTORAL
Preguntado qué le ha marcado en su vida pastoral, Fernández ha asegurado que "en los primeros quince años de cura me ayudó mucho el trato con los jóvenes. Algo que sigo manteniendo. Hace unos días recibí una carta de una Carmelita Descalza desde un convento en España. En ella, compartía sus recuerdos de aquellas Pascuas en las que les predicaba durante el Jueves Santo o el Viernes Santo sobre el amor de Jesucristo. Han pasado casi 50 años desde entonces, pero todo lo que se vive con intensidad en la juventud deja una huella imborrable en nuestro corazón."
El futuro del sacerdocio
Durante la conversación, el obispo también abordó las ordenaciones sacerdotales y el papel del seminario en la formación de nuevos pastores. Según él, el seminario de Córdoba es una institución llena de futuro, donde jóvenes vocaciones se preparan con entusiasmo para continuar el legado de la Iglesia. “Es un motivo de esperanza ver cómo los seminaristas, en un mundo cada vez más secularizado, encuentran su vocación y deciden entregarse a la misión de servir a los demás”, afirmó.
Un momento durante la entrevista
Demetrio Fernández subrayó que la formación no solo implica una preparación académica sólida, sino también una vivencia espiritual profunda y un compromiso con la comunidad. En este sentido, destacó la importancia de mantener viva la conexión entre los pastores y los fieles, algo que él mismo ha intentado preservar a lo largo de su carrera, incluso en su rol de obispo.
Un mensaje para la Navidad
En esta época del año, marcada por la celebración del nacimiento de Cristo, el obispo quiso transmitir un mensaje de esperanza y reconciliación. “Le digo a todos, Jesuscristo nace para ti, no te distraigas, él ha venido por ti. Déjalo entrar y verás como va cambiando todo". Animó a todos los cordobeses a vivir estas fechas con solidaridad, recordando especialmente a quienes pasan por dificultades, ya sea la enfermedad, la soledad o la falta de libertad.
Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, y Gabriel López, director de COPE Córdoba
El balance de su visita dejó entrever a un pastor profundamente humano, que a lo largo de 50 años ha vivido momentos de plenitud, pero también de prueba. Con una mirada al futuro, Demetrio Fernández continúa dedicándose a su misión con el mismo entusiasmo que el primer día, dispuesto a seguir construyendo una Iglesia cercana, acogedora y comprometida con las necesidades de todos.