Cáritas lanza su campaña del Corpus 2025 en Córdoba bajo el lema “Mientras haya personas, hay esperanza”

Como cada año en torno al Domingo de Pentecostés, Cáritas Diocesana de Córdoba activa su campaña con motivo de la festividad del Corpus Christi, una cita que va más allá del calendario litúrgico y se convierte en un recordatorio de la acción social que la Iglesia realiza día a día en la provincia. Bajo el lema “Mientras haya personas, hay esperanza”, la edición de 2025 adquiere un valor simbólico especial, ya que coincide con el 60 aniversario de la institución en Córdoba.

La campaña busca tres grandes objetivos: visibilizar el trabajo que realiza Cáritas, mostrar la transparencia en la gestión de los recursos recibidos, y recaudar fondos para seguir ayudando a quienes más lo necesitan. Este mensaje de esperanza y compromiso se traduce en una invitación directa a la participación ciudadana, ya sea mediante donativos, voluntariado o difusión de las acciones de Cáritas en su entorno.

El lema elegido para este año no es casual. “Mientras haya personas, hay esperanza” apela al valor de cada persona como motor de cambio y como instrumento de solidaridad. Según explican desde la organización, el acompañamiento a las personas en situación de vulnerabilidad no sería posible sin la entrega generosa de miles de voluntarios que, desde cada parroquia de la diócesis, tienden la mano allí donde más se necesita.

La campaña comenzó el pasado fin de semana y se prolongará hasta el 22 de junio, día en que se celebrará la Solemnidad del Corpus Christi con una Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, presidida por el obispo diocesano, monseñor Jesús Fernández. A lo largo de estas semanas, se desarrollarán diferentes actividades con las que Cáritas quiere invitar a los cordobeses a implicarse de forma activa.

Uno de los momentos clave será el jueves 19 de junio, cuando técnicos y voluntarios saldrán a las calles con sus huchas rojas para recoger donativos en la tradicional cuestación. Desde las 10:30 de la mañana, recorrerán distintos puntos del centro de la ciudad. También tendrá lugar un acto de sensibilización en el Bulevar de Gran Capitán, donde se visibilizará el impacto que la solidaridad puede tener en la vida de muchas familias. Ese mismo día, a las 9:30, se celebrará una Eucaristía de envío en la parroquia de San Nicolás de la Villa, como gesto simbólico de partida para todos los que colaboran con la campaña.

La semana previa también incluirá actos destacados. El martes 17 de junio se presentará en el Obispado la memoria de actividades correspondiente al año 2024, en la que Cáritas detalla las acciones realizadas, el número de personas atendidas y el uso dado a los donativos recibidos. Al día siguiente, el miércoles 18, se celebrará una vigilia de oración en la parroquia de San Miguel, a las 20:30 horas, dedicada a las personas que sufren y a quienes dedican su vida a acompañarlas.

Desde Cáritas recuerdan que la campaña del Corpus es también una oportunidad para dar a conocer el trabajo menos visible: el de los grupos parroquiales, integrados por personas de cada comunidad que, guiadas por las trabajadoras sociales de Cáritas, ofrecen apoyo, escucha y acompañamiento en los barrios y pueblos. Esta labor diaria, paciente y muchas veces anónima, es la que da sentido a la acción caritativa de la Iglesia y refleja las palabras del papa Francisco, quien afirmó que “cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación de los pobres”.

Para quienes deseen colaborar, ya están habilitados los canales de donación: se puede hacer una transferencia al número de cuenta ES88 0237 4456 4091 5651 3781, indicando en el concepto “Corpus 2025”, o realizar un Bizum al número 33581.

Cáritas Diocesana de Córdoba hace un nuevo llamamiento a la ciudadanía para que esta campaña del Corpus se convierta en una verdadera fiesta de la solidaridad, recordando que detrás de cada gesto hay una oportunidad real de transformar una vida. Porque mientras haya personas que miren al otro con ternura, que decidan implicarse y tender la mano, siempre habrá esperanza.