Advierten sobre la importancia de cuidar la salud auditiva en la infancia para prevenir retrasos en el desarrollo

El déficit auditivo durante la infancia puede afectar al desarrollo comunicativo, social y académico 

Copa Covap competición baloncesto

Fran Durán

Córdoba - Publicado el

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La Copa COVAP, iniciativa educativa y deportiva promovida por la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, y el Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería (CAE) han lanzado un mensaje de concienciación sobre la necesidad de mantener hábitos de vida saludables y realizar revisiones auditivas periódicas durante la infancia. El objetivo es prevenir la pérdida de audición, una afección que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede evitarse en casi el 60% de los casos mediante medidas efectivas de salud pública.

El déficit auditivo durante la infancia puede afectar al desarrollo comunicativo, social y académico de los menores, provocando desde dificultades en el aprendizaje hasta alteraciones emocionales. Según Beatriz Tena, enfermera referente de Cuidados de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Virgen Macarena y profesora asociada de la Universidad de Sevilla, los niños y niñas con problemas auditivos “suelen tener dificultades para seguir las clases, integrarse en actividades grupales y establecer relaciones con sus compañeros y compañeras, lo que puede generar inseguridad, baja autoestima y frustración”. Esta situación, añade, “puede derivar en ansiedad e incluso problemas de conducta”.

La salud auditiva infantil puede verse comprometida por múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. No obstante, las causas más frecuentes incluyen infecciones prevenibles como la otitis media, la meningitis o ciertas complicaciones durante el periodo perinatal. En este contexto, los cribados auditivos y la implicación de las familias se presentan como herramientas fundamentales para detectar posibles señales de alerta. “La detección precoz es clave. Cuanto antes se identifique un problema auditivo, antes se puede actuar para reducir su impacto en el desarrollo global del menor”, señala Tena.

La especialista recalca que unos oídos sanos son fundamentales para facilitar la adquisición del lenguaje, favorecer la participación activa en entornos académicos y sociales, y mejorar el bienestar emocional al reducir el riesgo de aislamiento. Esta afirmación se ve reforzada por un estudio publicado en el Acta Otorrinolaringológica Española, donde se detalla cómo las otitis recurrentes no tratadas adecuadamente pueden derivar en pérdida auditiva total o parcial en uno o ambos oídos.

Tena incide en que la salud auditiva no solo mejora la calidad de vida del menor, sino que tiene un efecto multiplicador: “Al sentirse comprendidos y conectados con su entorno, mejoran también las dinámicas familiares, escolares y sociales”.

Desde la Copa COVAP y el Consejo Andaluz de Enfermería se insiste en prestar atención a ciertos indicios que pueden detectarse tanto en casa como en el aula. En el ámbito familiar, algunos signos de alarma incluyen la falta de respuesta a sonidos cotidianos, retrasos en el lenguaje, el uso excesivo del volumen en dispositivos electrónicos, y frustración o cambios de comportamiento inexplicables.

En el entorno escolar, es importante observar si el menor presenta dificultades para seguir instrucciones verbales, aparenta distracción, obtiene bajo rendimiento en asignaturas como lengua o muestra tendencia al aislamiento, actitudes que en ocasiones se confunden con timidez o falta de interés.

Esta labor de concienciación se enmarca dentro del programa educativo de la Copa COVAP, un proyecto pionero en Andalucía que combina deporte, educación y salud. Desde hace doce ediciones, esta iniciativa recorre las ocho provincias andaluzas con la participación de unos 4.000 niños y niñas de entre 10 y 11 años en modalidades de fútbol y baloncesto. Además de promover valores positivos, uno de sus principales objetivos es la lucha contra la obesidad infantil, un problema de salud pública que, al igual que la pérdida auditiva, puede prevenirse con buenos hábitos y revisiones periódicas.

Los organizadores insisten en que cuidar la salud auditiva desde edades tempranas es una responsabilidad compartida entre familias, centros educativos y profesionales sanitarios. La prevención, la observación diaria y la atención médica temprana son herramientas clave para garantizar que niños y niñas puedan crecer y desarrollarse plenamente, sin limitaciones que puedan condicionar su futuro.