Un viaje sonoro por los patios del Palacio de Viana: historia, arte y naturaleza en armonía
Hacemos un recorrido sonoro por algunos de sus 12 patios junto a Leopoldo Izquierdo
Córdoba - Publicado el
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El Palacio de Viana, uno de los grandes tesoros patrimoniales de Córdoba, alberga en su interior una serie de patios que reflejan la evolución histórica, cultural y artística de la ciudad. Con un total de doce patios, cada uno ofrece una visión única de la historia de este emblemático edificio, que ha sido testigo de siglos de cambios. Hemos tenido la oportunidad de realizar un recorrido sonoro por tres de estos espacios, guiados por Leopoldo Izquierdo, director del Palacio de Viana, quien nos ha desvelado los secretos que se esconden entre sus muros y jardines.
Patio de los Naranjos: un suspiro del Renacimiento
Nuestro recorrido comienza en el Patio de los Naranjos, un espacio que se remonta al siglo XV y que ha sido un punto clave en la historia del palacio. Esta zona, que originalmente servía como acceso principal, sigue siendo uno de los más representativos, tanto por su belleza como por su historia. Rodeado por seis naranjos centenarios, el patio cuenta con una fuente en el centro, que se convierte en un elemento primordial para el ambiente fresco y relajante del lugar. La glicinia que adorna algunas de sus columnas perfuma el aire en primavera, añadiendo un toque de color y suavidad.
Patio de Viana
La disposición de los naranjos, el agua y la tranquilidad de su entorno invitan al visitante a sumergirse en una atmósfera de paz y armonía. Este patio, con su clara influencia del diseño de los jardines andalusíes, mantiene una conexión profunda con las tradiciones arquitectónicas de la ciudad.
Patio de las Columnas: modernidad y tradición en equilibrio
A continuación, nos dirigimos al Patio de las Columnas, un espacio más reciente que refleja la armoniosa convivencia entre lo antiguo y lo moderno. Este patio fue construido en los años 80 del siglo XX para albergar eventos culturales y, con ello, ofrecer un punto de encuentro que conserva la esencia de los patios tradicionales, pero con toques de innovación. En su configuración, destacan las cuatro columnas de fuste liso que sostienen el soportal adintelado, junto a dos amplias albercas que dividen el patio en dos zonas.
Los geranios y las gitanillas que adornan las paredes del patio contribuyen a mantener la estética tradicional de los patios cordobeses. El Patio de las Columnas, aunque moderno, mantiene el espíritu de los patios andaluces con su elegancia y funcionalidad, adaptándose perfectamente a las necesidades de la vida contemporánea.
Patio de la Madama: la serenidad del neoclasicismo
El recorrido también pasa por el Patio de la Madama, un espacio de marcado carácter neoclásico que refleja la elegancia y la serenidad propias del siglo XVIII. Este patio fue remodelado en esa época por Ana Rafaela Fernández de Mesa y su esposo, Fernando Cabrera Gómez de Cárdenas, quienes introdujeron elementos arquitectónicos que aportaron un aire fresco y refinado al palacio.
Jardín de Viana
En el centro del patio, destaca una fuente adornada con una estatua de una náyade, que simboliza la pureza y la frescura. Cipreses y plantas trepadoras rodean el patio, creando un ambiente de calma y sofisticación. La atmósfera tranquila que se respira en este patio invita a la reflexión y al disfrute del paisaje, siendo uno de los rincones más apreciados por los visitantes.
A lo largo de esta visita, el director del Palacio de Viana, Leopoldo Izquierdo, nos ha compartido su pasión por cada uno de estos espacios y la importancia histórica que cada patio representa en el contexto de la ciudad. Córdoba es, sin duda, un lugar que guarda en sus rincones más secretos un testimonio de siglos de historia y tradición, y los patios del Palacio de Viana son una de las manifestaciones más bellas de ello. Cada uno de ellos, con su diseño, historia y elementos naturales, ofrece una visión única de la ciudad, invitando a los visitantes a sumergirse en la Córdoba más auténtica.