El color de Cádiz se apaga: la moda que pone en riesgo el patrimonio de la ciudad
El arquitecto José María Esteban alerta en un nuevo ensayo sobre la peligrosa tendencia de dejar la piedra ostionera a la vista, alterando su fisonomía histórica
Cádiz - Publicado el
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El arquitecto y experto en patrimonio José María Esteban González presenta su nuevo ensayo, “El color de Cádiz”, una obra que nace como una profunda reflexión sobre la pérdida de los revestimientos artísticos en la arquitectura gaditana. Esteban, con una larga trayectoria vinculada a la tutela del patrimonio, advierte sobre una tendencia que, en su opinión, está alterando de forma irreparable el paisaje histórico y la esencia de la ciudad.
Su nuevo trabajo 'El color de Cádiz' se presentará este martes 4 de noviembre en la calle Ancha 16 a las 19:00 horas.
Uno de los principales focos de preocupación del autor es la creciente moda de eliminar los revestimientos de las fachadas para dejar la piedra ostionera al descubierto. El arquitecto califica esta mentalidad de "inculta en el sentido arquitectónico", ya que este material nunca fue concebido para estar expuesto. "Nunca la piedra ostionera se deja vista, nunca", sentencia Esteban, explicando que se trata de un conglomerado frágil que se descompone con facilidad.
Esteban denuncia que algunas empresas ofrecen "picar la fachada y sacar la piedra" para luego aplicar "una especie de barniz color tabaco", lo que está cambiando el color de Cádiz. Advierte que la piedra, al quedar sin protección, sufre un grave deterioro por el efecto del aire y la erosión. "Nos quedamos sin piedras si no las protegemos", asegura.
El paisaje histórico en transformación
El ensayo argumenta que los colores tradicionales de Cádiz, fundamentalmente claros, cumplen una función esencial. En un casco histórico de calles estrechas y edificios altos, los tonos claros "se pintan para que la luz rebote y llegue hasta abajo". La introducción de colores oscuros, azules o verdes, ajenos a la gama gaditana, rompe con esta lógica y oscurece el paisaje urbano.
Además del cambio cromático, el proceso de picado para eliminar la pintura "consigue destrozar todos los resecados, las portadas, los dinteles y todos los elementos arquitectónicos". Esteban recuerda que históricamente los revestimientos, como la pintura a la cal, no solo aportaban color, sino que también protegían la estructura y cumplían una función higiénica fundamental contra las pandemias.
escucha la entrevista a josé maría esteban, en cope
Para el arquitecto, existe un problema generalizado con la conservación del patrimonio que no es exclusivo de Cádiz, pero que en la ciudad se manifiesta en las murallas o en la falta de mantenimiento. Considera que no se trata de que el ciudadano "no valore lo que tiene", sino de una falta de cultura e información sobre cómo eran originalmente las construcciones y por qué deben conservarse así.
Si tuviera que elegir un edificio para actuar, sería la Catedral de Cádiz, "el mejor edificio que tenemos". Propone recuperar sus revestimientos con un estucado o una pintura a la cal en tonos suaves para proteger la piedra del grave deterioro que sufre. El objetivo final, según Esteban, debe ser siempre defender el legado recibido: "Lo auténtico que heredamos, murallas, pinturas, casas, patio, palacio, eso es lo que hay que valorar".