La barbacoa es todo un acontecimiento social para muchas familias y amigos. Ahora que se acera el verano, todavía más. Lástima que no vayamos a poder disfrutar de las barbacoas en la playa durante la noche de San Juan al quedar prohibidas por la crisis del coronavirus. Eso sí, podemos ir preparando los alimentos, y la leña, que se convertirá en brasas, para las que hagamos en nuestras casas.

La nutricionista y experta en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, María Dolores Rubio Escobar, asegura que las barbacoas “sacan nuestra parte primitiva de la cocina donde no hay electricidad sino fuego y leña y donde no hay botones para aumentar la temperatura, sino aire”.

Así mismo, indica que es “temida y evitada en el caso de muchos que quieren cuidarse”. De todos modos, es una buena opción siempre que no lo convirtamos en algo cotidiano sino ocasional.

LIMPIAR BIEN LA BARBACOA Y RETIRAR RESTOS DE COMIDA Y DE ÓXIDO

Rubio Escobar comenta que, antes de encenderlas, es muy importante que las barbacoas estén limpias,“sin restos de óxido o de comida de otras ocasiones” y apunta que “quizás parezca una tontería pero está bien recordar que debe haber higiene de la superficie donde contacta el alimento”. Después, tenemos que tener en cuenta que no cualquier leña o carbón vale, “si dudas si una madera es apta o no, mejor usa carbón”, según la nutricionista quien añade que es aconsejable “desechar maderas pintadas o barnizadas así como húmedas”.

COCINAR CON BRASAS NO CON LLAMAS

Así mismo, hay que destacar la importancia de controlar la temperatura y de no cocinar los alimentos cuando aún haya llamas sino cuando veamos brasas.

Por eso, “es mejor no ir con prisas y preparar con tiempo nuestra barbacoa”, dice Rubio Escobar.

Algunos productos generan sustancias no saludables cuando se calientan como benzopirenos o acrilamidas. Mejor desechar las partes quemadas de alimentos cocinados en la barbacoa.

Una vez que tengamos claro todo esto ya podemos disfrutar de una barbacoa sin remordimientos con una serie de pautas.

1- Limitar al máximo el consumo de refrescos y alcohol. Agua como primera opción. A veces pensamos en lo que comemos pero lo que bebemos puede significar un extra de calorías importante. Por ejemplo, dos latas de cerveza suponen más de 300 kcal, advierte la experta en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

2- Hay vida después de las hamburguesas, chorizos, morcilla...etc. Prueba a poner pescados o mariscos en tu barbacoa. Si usas carnes, mejor que no sean procesadas. Un buen ejemplo serían unas sardinas, pulpo o una carne blanca como el pollo o el pavo que quedan muy sabrosas.

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3- Puedes comer pan pero intenta no comer una barra entera. Lo conseguirás si es integral y con semillas porque aporta mayor saciedad. También puedes optar por poner dentro de papel de aluminio unas patatas; de esta forma conseguirás una fuente saludable de hidratos de carbono que es mucho mejor que unas patatas tipo chips.

4- Añade verduras a tu barbacoa. Tendrás un sabor muy especial y te saciarás más. Además cumplirás con el plato saludable (Plato de Harvard).

5- Si eres de verduras crudas opta por ensaladas para acompañar tu carne o pescado. Si no tienes tiempo, las bolsas ya preparadas (IV gama) o un bote de tomates cherry son opciones muy rápidas.

6- Si haces barbacoa en la naturaleza no olvides recoger tus residuos.

7- Calcula la comida a comprar según el número de comensales para no derrochar.

8- Una fruta de temporada como postre es siempre un acierto. Te recomendamos la sandía y el melón en época estival.