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UD Almería-Sabadell (2-2): Hablarán de ti y de mí
El Almería ve cortada su excelente racha ante un gran Sabadell. Sadiq y Makaridze, los mejores. El 2-2 llega tras un libre indirecto señalado al portero georgiano por un resbalón.
Juan Hernández anota el 2-2 definitivo
Almería - Publicado el - Actualizado
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El Almería afrontaba la cita, a la hora de comer (14.00 horas), ante el Sabadell sabiendo que 'la vida empieza hoy'. Porque, tras la derrota este sábado del Espanyol en casa del Girona (1-0), el liderato se le ponía muy cercano a los rojiblancos. 'Dependerá de mí' es lo que se tuvieron que ir diciendo los rojiblancos. Porque un triunfo contra los catalanes, unido a una hipotética victoria en Leganés, en el partido que tienen aplazado por culpa de 'Filomena', dejaría a los de José Gomes como el líder de la Liga SmartBank cuando, en el futuro, se revise la clasificación en la primera jornada de la segunda vuelta. Pudiendo, por tanto, hacer suya, futbolísticamente hablando, el 'hablarán de ti y de mí' de Vanesa Martín.
Pero se encontraron con una sensación muy distinta a la que vienen mostrando desde el inicio de este 2021. Vieron pronto que sería todo muy distinto a los dos últimos partidos presenciados en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Con sendas goleadas a Ponferradina (Liga) y Alavés (Copa). Encuentros sentenciados al descanso, dado que en ambos se llegó con 3-0 para los de José Gomes.
NO HAY NADA QUE ME FRENE
Lo que les hacía pensar que 'no hay nada que me frene'. Una euforia que el cuadro catalán se encargó de 'calmar'. Porque ellos también tuvieron 'tanto que decir'. Un equipo de 'corazón valiente', que no parece estar en una posición tan baja en la tabla. Queriendo ser protagonistas pese a que acudían a la casa de un plantel que le había metido 5-0 a un conjunto de la Liga Santander, en Copa, hacía ocho días.
Como Vanesa Martín, los vallesanos también hicieron suyo el 'no hay nada que temer'. Y pusieron cerco a la portería de Giorgi Makaridze. El portero georgiano fue muy pronto protagonista. Lo sería hasta el final. Cuando todas las miradas debían estar en Umar Sadiq, el cancerbero de la UDA mantenía el resultado. Paradones ante Undabarrena y un recuperado Álvaro Vázquez 'que ahora grita su verdad'. Ya sea 'por las calles de Madrid' o en cualquier otro lugar que estuvieran viendo el partido, ya hablaban 'de ti y de mí'.
Todos deseando alcanzar 'los sueños que nos quedan por cumplir'. Para lo que hay alguien llamado a que sea bueno en la clase y en la batalla. Como Samú Costa. El vivo ejemplo de 'tirar muros a patadas, abre puertas y ventanas'. Con su gol, tras las intervenciones de Makaridze, permitía a la UDA irse al descanso con ventaja. Sabiendo, por si quedaba alguna duda, que 'quedaba tanto por hacer'. Porque nada estaba hecho. Así que, en el vestuario, se tuvo que hablar, en los dos equipos, de salir 'con la intención de seguir corriendo'.
SUEÑO CUMPLIDO
Y fue más por parte del Sabadell. Ellos tenían que ir a por el marco de Makarizde. Y encontraron el premio de la manera más extraña. Porque un gol de cabeza de Óscar Rubio no es lo más habitual. Más bien, es algo que se une a los tantos encajados por la UDA, en esta campaña, 'distintos'. Un 'sueño' cumplido por el lateral derecho.
Y todo se ponía de nuevo en tablas. Para comprobar si la balanza caía de un lado o de otro. Aunque, de caídas, hablaremos después. Antes, el protagonismo de Sadiq. El nigeriano se está acostumbrando a ser el receptor de los 'abrazos perseguidos'. También de 'miradas furtivas que siempre adivinan'. En este caso, cuando se le anuló el gol por fuera de juego. Como si se hubiera cabreado, o se hizo 'más fuerte', tardó poco en hacer uno válido. Con la zurda. 'Cuánto guardan mis zapatos' debió señalar a su arma.
Con este gol, el Almería se puso por delante de nuevo. Dominando y teniendo ocasiones muy claras. 'Nadie nos va a parar', era el tiempo de la UDA. Pensando que cuando vayan 'por las calles de Leganés' ya estarán de líderes. Para que en toda España hablen 'de ti y de mí'. Pero Lazo falló y el muro no estaba derribado del todo.
Quedando todavía un tiempo de partido. En el que se produjo la mencionada caída. Un resbalón, más bien. El protagonista fue Makaridze. Sacó de puerta y lo quiso hacer en largo, en lugar de en corto hacia Jorge Cuenca o Ivanildo Fernandes. El Sabadell presionaba y no se quería asumir ningún riesgo. Pero nadie sabe el lugar ni el momento en el que todo cambia. El georgiano, en el instante previo al golpeo con la derecha, resbaló con el pie de apoyo. Tocó el balón con la diestra, pero le tocó también en la zurda. Ocón Arráiz, colegiado del encuentro, lo vio y no dudó en señalar libre indirecto por esta infracción. Una norma que cambió hace pocos años y que, hasta ahora, no se recuerda en ningún otro campo del fútbol profesional. Acierto con el reglamento en la mano. Aunque, quizás, un castigo severo por dicha infracción. Que se convirtió en el máximo castigo al marcar el Sabadell el tanto del empate definitivo. Más de uno hubiera querido poder 'jugar a parar el tiempo'. Que eso no hubiera pasado.
Pero ocurrió y todos hablaron 'de ti y de mí. De Sadiq, de Makaridze y de Ocón Arráiz. Sin olvidar el gran partido del Sabadell.