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Albacete-UD Almería (1-2): La 'cabecita loca' de Cuenca (capítulo II)

El central madrileño logra el gol de la victoria, como ya hiciera en Vallecas, para lograr la cuarta seguida a domicilio. A tres puntos de puestos de ascenso, con un partido menos.

Jorge Cuenca cabecea para lograr el 1-2 en Albacete

Jordi Folqué

Almería - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Quizás no se tan 'loca' como la que cantaba Amaral en los comienzos del grupo maño. Pero sí que, su cabecita, como decía la letra de uno de sus primeros éxitos, podría llevar este calificativo "por seguir mis sueños y por romper las olas". El sueño de toda una propiedad. La que llegó hace un año para hacer grande a la UD Almería. Para meterla en la Liga Santander y, ya ahí, seguir su crecimiento. Para lo que se deben dar pasos. Como el de esta noche en el Carlos Belmonte de Albacete. Tres puntos conseguidos cuando peor pintaba todo. Cuando parecía que "las alas estaban rotas". Y ahí apareció él. Con su 'cabecita' para darle la victoria al equipo entrenado por José Gomes. Para festejar que el presidente (Turki Al-Sheikh) había anunciado horas antes que ya estaba bien de salud, tras haber estado los últimos meses en Nueva York por una dolencia. Para mirar la cielo y dedicarle este triunfo a Jesús Verdejo. El que tantos años ha acompañado al primer equipo como directivo y que falleció este domingo. Para ver que el camino, en esta temporada, no se parece al de años anteriores en (casi) nada. Porque todo ha cambiado en el seno del club almeriense.

ESTRATEGIA

Como ha cambiado que los partidos se ganan con la estrategia. La 'cabecita' del cuerpo técnico. Sucedió en Vallecas. Cuando, en la última jugada, apareció la cabeza de Jorge Cuenca. Para marcar el gol del triunfo. Para decirle a todos que este equipo también trabaja la estrategia. Con una acción ensayada a la salida de un córner. Dando la sensación de que era fácil. Lo que sí fue, ante el Rayo, es efectiva.

Tal y como pasó esta noche en el Carlos Belmonte. Cuando el partido se había puesto en contra. Cuando, tras dominar y ganar desde el primer tramo, el Albacete había empatado y estaba siendo dominador del choque en la parte final del choque. Cuando Iván Balliu provocó una falta en tres cuartos de campo que parecía, en un principio, que no era más que hacer que los manchegos se alejaran, durante unos instantes, del área defendida por Makaridze. Pero no. Porque el Almería, esta campaña, sabe sacar partido de todo lo que tenga que ver con la pizarra.

Un trabajo de todo el cuerpo técnico, encabezado en este apartado por Ricardo Molina. Fue ya en el tramo final cuando sacaron partido y se reflejó en el marcador. Antes, un clínic de lo que debía ser la labor de estudio del rival y de sacar partido a los recursos propios. Porque el gol de la UDA, en este tipo de jugadas, pudo llegar antes. Incluso, del propio Jorge Cuenca. como así fue en la primera parte. Un cabezazo suyo se fue fuera por muy poco. Ahí no pudo hacer nada la zaga local. Como tampoco en otra acción en la que, justo un segundo antes de sacar el córner, no había nadie del Almería al remate. Ante el desconcierto de los locales, de repente aparecieron tres reactores desde la frontal, como si fuese Puyol en Sudáfrica contra Alemania. Samú Costa, Nikola Maras y Jorge Cuenca. No fue gol, en esta ocasión, por muy poco.

EL QUE LA SIGUE

Y tantas fueron las ocasiones que tuvo la UDA que, en la última, llegó el gol de la victoria. Lanzada desde la derecha por Lazo. Un 'caramelo' para que, como si fuese "un Ángel de la guarda, sobrevolando mis horas bajas", Jorge Cuenca se elevara al cielo de Albacete. Poniendo "la música en el Alba". Para 'salvar' los tres puntos. Para hacer que la afición rojiblanca le demuestre "ser su amiga más fiel". En poco tiempo se lo ha ganado. Para que los rojiblancos puedan "soñar despiertos" de que la escalada, tras un mal comienzo, ya es un hecho.

Con las posiciones de ascenso directo a tres puntos, con un partido menos por parte de los rojiblancos. Así que, de manera virtual, los almerienses ya están en esa zona de la tabla. Y todo por la guinda de la 'cabecita' de Jorge Cuenca. En su segundo capítulo. De una historia a la que le faltan todavía páginas. Tanto la propia de su estancia en Almería. Como la del futuro del club y el propio central cedido por el Villarreal y que, a sus 21 años, parece que lleva toda la vida en esta categoría. La que dejará en junio. ¿Con el Almería de Turki Al-Sheikh?