Legacy Plaza: el homenaje que ha unido la historia del pádel en un solo lugar

El pádel ha vivido una de esas jornadas que quedan grabadas para siempre. En el club Mad4Padel, situado en Pozuelo de Alarcón, ha nacido Legacy Plaza, un espacio que simboliza la memoria, el reconocimiento y la inspiración. No fue un torneo ni una final, sino un acto profundamente emotivo en el que el pasado, el presente y el futuro del pádel se han dado la mano. 

Rodeada por la pista central del club, la Legacy Plaza se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes de este deporte. Quien pase por allí podrá detenerse frente a las huellas de quienes marcaron su historia. Esas palmas inmortalizadas, grabadas en el suelo, representan mucho más que victorias: son el testimonio vivo de la evolución del pádel, desde sus primeros golpes hasta su consolidación como fenómeno global. 

La inauguración, celebrada bajo una ligera amenaza de lluvia, ha reunido a figuras históricas, jugadores en activo, entrenadores, federativos y aficionados que no quisieron perderse un momento tan especial. Con la conducción de Darío Magro y del carismático Seba Nerone —visiblemente emocionado al recordar a compañeros como “El Mago” Sanz o “Bebe” Auguste—, la velada ha servido para rendir homenaje a quienes cimentaron el camino de este deporte.

Entre los nombres reconocidos figuran leyendas como Pablo Semprún, María Silvela, Carolina Navarro, Fernando Belasteguín, Icíar Montes, Paquito Navarro, Sanyo Gutiérrez o Juan Martín Díaz. También se ha recordado a pioneros que dieron forma a la estructura del pádel moderno, como Diógenes de Urquiza, Martín Echegaray o Jorge Martínez. Todos ellos, de una manera u otra, han contribuido a que el pádel sea hoy una pasión internacional.

Legacy Plaza ha nacido como un símbolo, un lugar donde las huellas del pasado guiarán los pasos del futuro. En cada placa, en cada nombre y en cada historia, late la esencia de un deporte que no ha dejado de crecer. Porque el verdadero legado del pádel no está solo en los títulos, sino en la pasión compartida de quienes han hecho —y seguirán haciendo— grande este 20x10.