Red Bull X Fighters

Tom Pages reina por cuarta vez en el cielo de Madrid

El francés logró su cuarta victoria consecutiva en Las Ventas al imponerse en la final a los australianos Josh Sheehan y Clinton Moore.

El público abarrotó el coso madrileño para ver las acrobacias de los pilotos. Reuters.

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Tiempo de lectura: 2' Actualizado 17 mar 2017

El piloto francés Tom Pagès se proclamó este viernes ganador por cuarta vez consecutiva del Red Bull-X Fighters de Madrid, al imponerse con contundencia, con el veredicto unánime de los cinco jueces, a los australianos Josh Sheehan y Clinton Moore. El evento, que contó con un nuevo formato respecto a otros años, partió de entrada con tres grupos de cuatro pilotos cada uno que compitieron en una sesión libre durante la primera ronda. Además de su propia rutina, los diez pilotos, más dos 'novilleros' que tomaron la alternativa, hicieron una combinación escogida al azar mediante una ruleta y los dos mejores de ese grupo de cuatro pasaron a las semifinales y de esos cruces a la final. El vencedor final fue el francés Tom Pagès, que tenía ante sí el reto de ser el primer piloto en ganar cuatro veces consecutivas en Madrid y logró su objetivo igualando en victorias al norteamericano Travis Pastrana, que también poseía cuatro victorias, aunque no seguidas. Pagès se impuso en la final a los australianos Josh Sheehan, medalla de oro en los últimos X-Games celebrados en Austin (Estados Unidos) y a Clinton Moore, que se coló en la final al derrotar en semifinales a una de las sensaciones de la noche, su compatriota Rob Adelberg. El piloto español Maikel Melero no pudo acceder a la final porque se encontró en semifinales con el australiano Josh Sheehan, que, con su repertorio de filigranas en el aire, se impuso 5-0 al albaceteño. Menos suerte tuvo el sevillano Dani Torres, vencedor en Madrid en 2009 y 2011 y que no pasó de la primera ronda, al igual que el francés David Rinaldo, que tampoco puntuó para los jueces al caer en el grupo liderado por Tom Pagès. Este año, los pilotos volvieron a utilizar el sistema de rampas que ya se estrenó en 2015 y que tuvo un montículo de arena de recepción central estructurado por un armazón metálico de alta resistencia cubierto por una capa de tierra de más de un metro de espesor. Las nueve rampas que usaron los pilotos permitieron ofrecer saltos de más de 35 metros de longitud y catorce metros de altura a los cerca de 23.000 espectadores que abarrotaron la plaza de toros de Las Ventas.