La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha lamentado y condenado la "brutal agresión" que unos jugadores de categoría juvenil y el padre de uno de ellos han propinado al árbitro Antonio Pozo después de un partido disputado en Ceuta.
El árbitro "violentamente agredido" es uno de los colegiados de Tercera División de la RFEF que forma parte del programa de talentos, según ha afirmado la RFEF en un comunicado. El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, y el presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, tienen previsto desplazarse este lunes a Ceuta para visitar al árbitro y trasladarle su "total apoyo y el del fútbol español".
La RFEF ya ha denunciado en las últimas semanas el "clima de hostilidad que se estaba generando en contra de los árbitros y advertía de que podría acabar con alguna tragedia como ya ha ocurrido". "Lejos de detener las campañas de hostilidad, algunos destacados dirigentes del fútbol español siguen con su actuación irresponsable y movida por intereses que nada tienen que ver con el deporte y con los valores del mismo", ha señalado en la nota.
La RFEF ofrece todo el soporte legal al árbitro para la presentación de las denuncias penales contra los responsables al tiempo que espera sanciones deportivas ejemplares, dentro del marco legal vigente, contra los agresores.
Los hechos ocurrieron este sábado cuando un grupo de jugadores del equipo juvenil del C.D. Polillas de Ceuta y familiares de estos agredieron al árbitro ceutí de categoría nacional al final del encuentro contra el Calavera sevillano, tras el que esperaron en la calle a la salida del colegiado para golpearle y causarle distintas heridas.