El Barcelona ya trabaja en la próxima temporada. Pese a alejarse la opción de traer de vuelta a Messi, el club quiere dar salida a una serie de futbolistas y aligerar una masa salarial que le permita acudir con garantias al mercado con el objetivo de volver a ser competitivo en Europa. A las salidas ya confirmadas de Sergio Busquets y Jordi Alba, dos de los capitanes, podrían unirse la de varios futbolistas más de la primera plantilla.
Las tres bajas indispensables serían las de Ferran Torres, que tiene muy poco protagonismo, Kessie, que llegó gratis hace un año y todo lo que perciban por él serían ingresos netos, y la de Ansu Fati. A este último tanto su padre, como su representante Jorge Mendes, como el club querrían buscarle salida, aunque de momento el jugador mantiene que quiere quedarse en Barcelona.
Además, si llega una oferta de más de 70 millones de euros por el brasileño Raphinha, el club permitiría su marcha, al igual que pasaría con el danés Christensen, que también llegó gratis y cuya salida daría un buen impulso a las arcas porque no habría ninguna cantidad que amortizar.